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Macurán: un experimento que sobrevive tres años después

Según Poo Santovenia, las dificultades con suministros continúan como el problema fundamental que enfrenta la CNA, que intentan superar con la diversificación de servicios. Foto: Eduardo González Martínez
Según Poo Santovenia, las dificultades con suministros continúan como el problema fundamental que enfrenta la CNA, que intentan superar con la diversificación de servicios. Foto: Eduardo González Martínez

 

Las cooperativas no agropecuarias (CNA) en Pinar del Río ya no constituyen aquella rareza que irrumpiera años atrás. Las personas las asumen como una opción más para adquirir productos o recibir servicios.

En el pueblecito de Las Martinas, en el municipio de Sandino, la CNA de producción y servicios Francisco Hernández Macurán es uno de los centros fundamentales. Sus socios agradecen el apoyo teórico y de ciertos suministros que reciben de la Empresa Provincial de Industrias Locales Varias, a la cual pertenecían anteriormente, pero las transformaciones vividas en los últimos tiempos han reivindicado la arriesgada apuesta del comienzo.

“Los cambios se notan, sobre todo a la hora de insertarse en las producciones del municipio. El anticipo promedio estuvo alto en 2015, con mil 460 pesos promedio (superior a lo que cobraran en la empresa estatal)”, afirma su presidente Justo Poo Santovenia.

Desde su surgimiento en 2013, Macurán ha mejorado sus resultados, en la producción de taburetes, mesas, marquetería para los distintos organismos y la población. Para carpinteros que laboraban de forma particular, como Felipe Torres Piña, la nueva forma trajo ventajas y fue factible convertirse en socio. Pero la cuestión sempiterna de los problemas con los suministros sigue como el tema fundamental a resolver.

La asignación de madera, su necesidad primordial, no alcanza para concretar los planes. Apenas 10 metros cúbicos para el año es una cifra insuficiente. La falta de la misma no es nueva en Macurán, sino que “ha sido siempre un tema desde que estábamos en Industrias Locales, lo cual repercute en nuestras producciones”, explica Poo Santovenia.

Aun cuando ya no forma parte de la entidad estatal, el vínculo es difícil de romper, por cuanto dicha materia prima les llega a través de esta.

Ángel Didied Borges Díaz, subdirector de la Empresa Provincial de Industrias Locales Varias, explica que la relación existente es contractual, desde el punto de vista del arrendamiento del inmueble y del equipamiento.

“Pero la empresa está responsabilizada con suministrarle las materias primas fundamentales o las que sólo puedan adquirir por medio de los balances nacionales como la madera. A nosotros se nos aprobaron 115 metros cúbicos de madera anual para el plan del 2016, muy poco, pero concebimos, para no dejarlas desamparadas, darle una cifra a nuestras CNA”.

El bajo suministro de madera condiciona las producciones de Macurán. Foto: Eduardo González Martínez

 

Ante esta realidad, los socios buscan alternativas. Según Poo Santovenia, se trata de contratar maderas de bajas dimensiones con la Empresa Forestal —el excedente de sus producciones— para seguir laborando. También, como alternativa a la escasez, se han dedicado a la prestación de servicios. En estos casos, si los organismos tienen algunos recursos disponibles, se ofrece la mano de obra y ambas partes salen beneficiadas.

Por otra parte, la CNA realiza labores sociales en el consejo popular para intentar recuperar inmuebles con dificultades. Sus socios logran que las acciones, además de rendirles dividendos, generen un impacto directo en la comunidad.

Ejemplo de ello, los trabajos de rehabilitación del cine, las cercas del estadio —al cual pretenden construir gradas también— y la pintura y adaptaciones para las aulas de educación. Entre las nuevas estrategias, pretenden agregar al objeto social la posibilidad de pintar autos, así como llevar sus servicios a otros lugares.

En sus tres años Macurán ha cambiado. “El ingreso promedio mensual y anual es superior a cuando estaban bajo el esquema del sistema empresarial y sus planes son superiores”, afirma Borges Díaz, quien califica de positiva la gestión de la CNA.

Gracias a la iniciativa propia, añade Poo Santovenia, han logrado mantener los anticipos altos, aunque en lo que va de año, las dificultades con algunos suministros han incidido en su desempeño.

Al respecto Borges Díaz resume aspectos que, cuando se resuelvan, mejorarían la experiencia, entre estos, “la falta de materia prima en el mercado mayorista, insatisfecho de un grupo de renglones de primera necesidad para el sector cooperativo no agropecuario. En el minorista se comercializan útiles y accesorios, que benefician un tanto a las cooperativas, pero también perjudica al cliente final, porque como tienen precios de acuerdo a oferta y demanda, si la materia prima es más cara, sus precios serán más elevados”.

Carpinteros como Felipe Torres Piña ven muchas ventajas en la nueva forma de gestión. Foto: Eduardo González Martínez
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