Un jonrón electrizante en el noveno inning de Yosvani Alarcón, quizás el más importante de su carrera deportiva, y un soberbio pitcheo de Yosvani Torres, ahogaron a los Cocodrilos de Matanzas 3-2, con lo cual quedó lista la escena para la final de la 55 Serie Nacional desde el próximo miércoles entre los Vegueros de Pinar del Río y los Tigres de Ciego de Ávila.
El desafío llegó abrazado a dos anotaciones en las postrimerías, pero el máscara tunero, devenido pinareño como refuerzo, le enderezó un lanzamiento al relevista Alexander Rodríguez y no solo desapareció la esférica por el jardín izquierdo, sino que hizo valer una vez más la historia, que registraba cuatro séptimos juegos de play off en los que nunca los más occidentales habían perdido.
La hazaña de los visitantes en el estadio Victoria de Girón la completó Torres, quien sustituyó con la pizarra en contra (0-1) en el tercer capítulo al abridor Erlis Casanova —lleno de deseos, pero sin la pólvora ganadora para estos pleitos—, y tras permitir una más en el cuarto, amarró cortico a los yumurinos hasta alcanzar su tercera sonrisa en esta semifinal y la 14 en postemporadas.
La primera carrera pinareña cristalizó en el sexto ante un Freddy Asiel Álvarez que se veía ya agotado y fue impulsado por el propio Alarcón, tras error costoso del jardinero central Eduardo Blanco en batazo de William Saavedra. El empate sobrevino una entrada más tarde, cuando el relevista José Ángel García se complicó con dos out y permitió tres sencillos en línea, el último de ellos de Lázaro Emilio Blanco por encima de la primera almohadilla.
Otra vez Matanzas queda a las puertas de acariciar un título que no celebran desde 1991 y lejos de revolverse en su pantano, el fracaso hay que explicarlo desde el batazo oportuno que nunca llegó, el juego chiquito que no saben ganar y los nervios traicioneros de más de un pelotero.
El debut de Jorge Ricardo Gallardo como director —había sido antes coach y entrenador de bateo— no puede ser mejor, aunque para la ronda conclusiva deberá enmendar algunos errores en el manejo del pitcheo, pues puede costarle más de una victoria.
¿La tercera raya del tigre?
Los tigres llegan a la final más descansados que sus rivales, tras batir en cuatro juegos a unos Industriales que fallaron en lo mejor que habían hecho en todo el campeonato: batear; mientras la efectividad del pitcheo avileño, la ofensiva de sus hombres líderes (Yorbis Borroto, Raúl González, José Adolis García y Yorelvis Charles); así como una excelente mecánica defensiva son armas que intentarán trasladar, con igual calidad, de la semifinal a la discusión del título.
Desde el doblón de Santiago de Cuba (2007-2008) ninguna otra formación ha podido revalidar la corona de un año a otro, lo cual hace más atractivo el play off final pues la tropa de Machado puede conseguirlo ahora y su mánager convertirse en el octavo con tres títulos en series nacionales, detrás de Ramón Carneado (4), Jorge Fuentes (5), Higinio Vélez (4), Pedro Jova (3), Alfonso Urquiola (3), Rey Vicente Anglada (3) y Antonio Pacheco (3).
Más allá del pronóstico exigente, la madurez de los tigres, su forma deportiva actual y hasta la historia —con cábalas incluidas— hace muy parejo el vaticinio para la final, reedición de la vivida en la 50 edición, cuando los más occidentales se impusieron 4-2, casi con los mismos jugadores de ahora como titulares.
Desde entonces mucho ha llovido y la serie a comenzar dentro de dos días debe regalar espectáculo, emoción, buenas jugadas, jonrones y mucha tensión al menos en seis o siete encuentros, con poco margen de equivocaciones para cada mánager. Los Tigres salen con las cartas preferenciales, pero el humo del tabaco ya demostró que puede marear a cualquiera. Y si no, pregúntenle a Víctor Mesa.
