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Economía al debate: ¿Resultados Topados?

Francisco Rodríguez Cruz
Por Francisco Rodríguez Cruz

La principal preocupación que tal vez exista sobre la actualización del modelo económico cubano sería hasta  dónde los resultados de las medidas  que hasta el momento se aplicaron llegaron a un tope de sus posibilidades.

Es cierto que el programa de transformaciones, por una u otra razón, no está ni mucho menos completo, lo cual podría influir en que la  interdependencia de todos los factores en la economía ponga límites a la  efectividad de lo hecho, al no hallar su  complemento en cambios todavía pendientes.

La verdad es que el principal indicador sintético, aun con sus imperfecciones, de la eficacia de una economía,  que es su tasa de crecimiento,  está lejos de llegar a los ritmos que los especialistas —y otras experiencias internacionales— validan como el óptimo  para alcanzar un despegue.

Los expertos coinciden en que hay una correlación directa entre ese incremento del producto interno bruto y los niveles de inversión, en particular  en bienes de capital, los cuales  distan mucho de ser suficientes para estabilizar una tendencia creciente al desarrollo.

Hay coincidencia también en que el logro fundamental de los últimos cinco años está en el terreno del saneamiento de nuestras finanzas externas y toda la disciplina conseguida  en el pago de nuestros compromisos  internacionales, que cimenta las bases para la obtención de créditos en  condiciones más favorables y con mayor estabilidad, y para la atracción e impulso que necesita la inversión extranjera, más allá de las regulaciones  jurídicas que la faciliten.

Pero de cara a la ciudadanía todavía el impacto de las transformaciones  no es lo que la gente espera. No quiere  esto decir que no existan sectores poblacionales que ya reciben beneficios  concretos de las nuevas políticas. Sin  embargo, aún estos efectos positivos  no son mayoritarios, y puede que en  determinados casos haya un estancamiento o deterioro de la calidad de  vida en algunos grupos más vulnerables. Ello ocurre, sobre todo, entre quienes dependen de la jubilación o de su salario, que dista de ser el principal estímulo para el trabajo —solo representa el 46 % de los ingresos de la  población—, y redujo su capacidad de  compra sustancialmente, como efecto  lógico de la supresión y disminución  de subsidios y gratuidades.

Pasos importantes que sin duda son avances requieren de una profundización en su alcance. En el propio sector no estatal, quizás entre las  medidas más visibles, el trabajo por  cuenta propia comienza a dar señas de  que necesita nuevas ampliaciones en  las actividades; y las cooperativas no  agropecuarias no avanzaron lo suficiente, ni en su cantidad, ni en el peso  económico de sus fines o en la madurez de lo que representa ser socios.

Actualización del modelo económico cubano. Foto: Tomada de internet

Las modificaciones más esenciales en el campo de la empresa estatal todavía pueden demorar un tiempo para  su consolidación.

Conseguirlo pasa por una participación real de los colectivos en la  gestión económica, una superior exigencia administrativa y sindical, así  como la evaluación y progreso de las  aptitudes de nuestro empresariado, y del debate público y constante sobre la  consistencia y efectividad de las medidas que buscan esa descentralización  de funciones y mayor autonomía.

La salida o el efecto final que probarían el éxito o apropiación completa de ese paquete de cambios en el  mundo empresarial, sería en última  instancia una mayor oferta de bienes  y servicios a precios más asequibles,  o al menos en mejor concordancia con  los ingresos de los trabajadores.

De modo que estamos en el camino, pero a la mitad o menos de lo que  queríamos, en dependencia de quien  valore el avance. Lo trascendente,  entonces, es qué debemos hacer para  continuar, y cómo combinar a tiempo  todos los eslabones del engranaje económico, para que un retraso en una  materia no afecte el adelanto en otra,  y que no existan —como a veces pedimos con los precios del mercado agropecuario— resultados topados.

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