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Seducir en pleno vuelo, sin trampas

Por José Antonio Ledesma Piñeiro

El palomar principal, junto a los pies de crías o reproductores. Este Pinto es uno de sus cruzamientos genéticos (consanguíneo). foto: JOAQUÍN HERNÁNDEZ MENA

 

Eduardo Agustín García Carrillo, Eddy, como lo llaman, es carpintero aparatero-ensamblador, aunque las personas lo visitan más por sus palomas, hobby que lo ha acompañado desde la infancia y que lo introdujo en el deporte del palomo de conquista o seductor en su barrio. A los 62 años de edad,  se ha convertido en un exitoso empírico genético, enemigo de las trampas y de la violencia, un hombre que trata de enviar un mensaje educativo a los jóvenes.

“En la cría de palomas me inicié a los siete años, por mediación de un primo. Tenía mi palomar, pero no era de los de conquista (seductores). En 1960 tuve el primero de conquista, un pichón (conocido como El Corbata de Eddy) y cuatro meses después, en marzo de 1961, este ejemplar por sus cualidades seductoras, me empieza a hacer famoso en mi zona de residencia.

“Empecé a cogerles a criadores con experiencia; y más tarde, a la edad de 12 años, mi primo me regala una pareja. La hembra era de los Once Plumas  (un tipo de línea) de René Pérez, y el macho, de Colmenero, de origen español y los blancos de Jesús Gil (línea de Los Mocelinas).  A   partir de ahí, con estos de conquista, con sus tres características fundamentales: conservación, ataque y seducción, voy desarrollando mi línea; poco después, mi padre me llevó a la Asociación de palomas; de ahí la amistad con criadores de experiencia”.

Genética y… principios

En 1960, después del triunfo de la Revolución, crearon la primera sociedad de palomas de plumas en Cuba. Algunos criadores le regalaron a Eddy ejemplares no entrenados de esa forma, y escuchando cómo aplicaban la genética (cruzamientos de mediohermanos, hijas con padres, que los hacen más activos), comprendió que era diferente al de conquista. Sin ser un especialista, comenzó a experimentar para obtener uno de conquista capaz de seducir. Así cruzaba los nietos, que tuvieran que ver con el escogido.

Eddy en sus tareas diarias. foto: JOAQUÍN HERNÁNDEZ MENA

“Entonces los cruzaba con dos que no tuvieran ningún parentesco con él. Es decir, le echaba un ejemplar a una de ellas y luego los hijos a la tía, los llamados tíos con sobrinos (consanguinidad). Con los años he logrado mi línea anillada por mí, debido a esta genética. En 1994 me percaté de que están  cruzando  los  de  fantasía (buchón de raza, el llamado buche alto), que lo hacen los nuevos maestros.

“El de conquista se caracteriza porque el buche le cuelga, mientras al de fantasía, lo levanta (buche alto) y no es paloma de vuelo, sino  de   exposición, para exhibir su belleza. Por tanto, cambia genotípicamente con relación al de conquista. En el 2000 rescaté las líneas puras que quedaban de más de 20 palomeros famosos en Cuba, con más de 30 años de experiencia y reconocimiento internacional.

“Un ejemplar mío representa la unión o fusión de todas esas líneas de conquista. Yo solo he hecho y hago esos rescates, y decido asociar a un grupo de criadores jóvenes para educarlos en el conocimiento y cría del seductor.

“Para ello creé un club de palomas de casta (conquista o seductora), con criadores de los municipios de Plaza de la Revolución y Cerro, del cual soy su presidente. El principio fundamental por el que se rigen sus integrantes es: La Eliminación de todas las trampas. El lema que nos guía: ‘No a la inteligencia del hombre contra las palomas. Sí al deporte honesto de los de conquista‘”.

Humanidad y también honestidad

Este hombre exhorta a sus colegas de otros municipios a formar sus respectivos clubes para competir con los 10 primeros campeones de cada territorio, por los campeones de campeones. “Y que triunfe el mejor”. Añadió que aspiran ser el primer club en competir con las hembras, las que mantienen las mismas características seductoras que los machos.  El Reglamento de su club pudiera ser el más completo con relación al seductor o de conquista porque abarca sus tres características fundamentales: pegue, ataque y seducción.

Foto: Agustín Borrego Torres

“Existen varios tipos de trampas, y la mayoría pueden volverse asesinas: el caballete (para enlazar, si falla le puede fracturar una pata); jamos (cogerlas en el aire cuando vuelan a baja altura-quizás le dé un golpe mortal); la malla (se dispara por un dispositivo a presión que si se encuentra cerca del borde puede morir); y la única no letal es el pisacae (al pisar se hunde y queda atrapada)”.

En la cría de palomas han existido lamentablemente actos de violencia que han dado lugar a casos de individuos fallecidos, debido al uso de trampas. Por eso hay que educar a los nuevos criadores en una práctica lejos de todo tipo de agresión, para una mejor convivencia entre ellos.

En su club no se admiten personas que mantengan las trampas (se hacen inspecciones sorpresivas). Tampoco pueden ser problemáticas, ni adictas a las bebidas alcohólicas… Se desarrolla además una peña de niños y adolescentes para adiestrarlos en este pasatiempo.

“Considero que las trampas deben eliminarse. Es una manera de ser honestos, y ello ayuda a evitar la violencia entre criadores, y luchar por el desarrollo del deporte de conquista”, enfatizó.

Tiene en proyecto recoger en un libro los errores cometidos en la genética del palomo de conquista, pues se ha discriminado y desarrollado más  la de fantasía. Mientras da cuerpo a sus ideas: rescatar y educar a los más y menos jóvenes en la verdadera práctica del deporte del palomo de conquista o seductor.

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