La impronta de Olga Alonso se disemina por el aire de quienes respiran el teatro y lo convierten en modos de interpretar el mundo, de traducirlo artísticamente.
Hasta este domingo 6 de marzo, representantes de la Brigada de Instructores de Arte José Martí (BIJM) de Cienfuegos, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, concluirán la cruzada por la ruta de Olga Alonso, una tradición que transforma el lomerío fomentense en un tablado capaz de esparcir histrionismo.
Formando guerrillas sin otras armas que el arte y la algarabía, los jóvenes asaltaron comunidades como Caballete de Casa, Pedrero, Casa Zinc y Gavilanes.
Esta iniciativa caracterizada por la inclusión de los pobladores, sin importar edad o sexo, deviene preámbulo de la XIX edición del Festival de Teatro Olga Alonso, que abrirá las puertas a los teatreros de toda Cuba desde el 23 y hasta el 26 de marzo.
La enseñanza artística de varias descendencias de fomentenses estuvo en manos de la Alonso, cuyo legado pervive en aquellas serranías. Creadora de los grupos Pantomimas, Ismaelillo, Folclore, Chaplin, entre otros, Olga significa el mismo soplo de brisa que refresco la inercia en parajes lejanos. A 52 años de su inesperada muerte, la memoria inmaterial de Fomento y de la isla toda, reverencian su dedicación al arte y esos deseos de transmitirlo a personas con pocos recursos. Aquella joven jamás partió, su esencia habita en el lomerío y también en su gente.
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