Icono del sitio Trabajadores

Satisfechos Patriarca y el Papa luego de encontrarse por primera vez

Foto: Marcelino Vázquez
Foto: Marcelino Vázquez

 

El histórico encuentro ente los líderes de la iglesia católica, el Papa Francisco, y del Patriarcado de Moscú y de Toda Rusia, Kirill, concluyó la con la firma de una Declaración conjunta que esperan sirva para “ superar las diferencias históricas heredadas”.

A continuación cada uno de los protagonistas del histórico acontecimiento intervino ante la prensa.

El Kirill fue el primero y aseguró que “Durante dos horas hemos sostenido una discusión abierta con pleno entendimiento de la responsabilidad  que tenemos con nuestras iglesias y con nuestros pueblos  por el futuro del Cristianismo y de la civilización humana”.

“Fue una conversación con mucho contenido, que nos dio la oportunidad de entender y sentir las posiciones de uno y el otro”, opinó.

“Los resultados de la conversación—concluyó el Patriarca ruso—  me permiten asegurar  que actualmente  las dos iglesias pueden cooperar  defendiendo a los cristianos de todo el mundo y, con plena responsabilidad, trabajar para que la vida humana se respete; para que se fortalezcan las bases de la moral personal, familiar y social; y que a través de la participación de la iglesia en la vida de la sociedad humana moderna se glorifique el nombre de Nuestro Señor Jesucristo y el Espíritu Santo”.

A continuación el Papa Francisco aseguró que “Hablamos como hermanos, tenemos el mismo bautismo, somos Obispos. Hablamos de nuestras iglesias, coincidimos en que la unidad se hace caminando. Hablamos claramente, sin medias palabras”.

Con su pausado verbo el argentino dejó claro haber  “sentido la consolación del Espíritu en este diálogo. Agradezco la humidad, humildad fraterna,  de su Santidad (Kirill) y sus buenos deseos de unidad”.

“Hemos salido con una serie de iniciativas que son viables y que podrán realizarse —informó—por eso quiero agradecer una vez más a Su Santidad su benévola acogida, como asimismo a los colaboradores,  y menciono a dos: Su Eminencia el Metropolita Hilarión, y Su Eminencia el Cardenal Kurt, con todos sus equipos que han trabajado para esto”.

Especial énfasis hizo el Papa al exponer que “No quiero irme sin dar un sentido agradecimiento a Cuba, al gran pueblo cubano y a su Presidente aquí presente.  Le agradezco su disponibilidad activa. Si sigue así, Cuba será la capital de la unidad”.

Concluyó su intervención con la esperanza de “Que todo esto sea para Gloria de Dios Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y para el bien del Santo pueblo fiel de Dios, bajo el manto de la Santa Madre de Dios”.

 

Compartir...
Salir de la versión móvil