De dígitos y otros datos numéricos muchas veces está empedrado el camino por donde transitan no pocas asambleas para la presentación e información del plan de la economía y el presupuesto en los colectivos laborales.
No se trata de soslayar, ni tampoco asumir la postura mística de los tres monos sabios cuando afloran sobre el tapete los detalles que de manera cuantitativa grafican cuál será el desempeño de la empresa, taller o centro de servicio para el año en curso.
De principio a fin, se requiere la máxima atención de todos los trabajadores, además de otros elementos esenciales a los cuales se refirió Luis Manuel Castanedo Smith, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en La Habana, en entrevista para Trabajadores.
En los centros laborales capitalinos —explicó— las reuniones tendrán lugar durante enero y febrero, cuando la mayoría de los sectores efectuarán sus asambleas de representantes y posteriormente realizarán las de afiliados en las secciones sindicales.
“Nosotros le concedemos una extraordinaria relevancia a ese proceso que tendrá un efecto positivo en la medida en que haya una mayor participación de los trabajadores, cuya concreción estará dada en identificar las posibles reservas de eficiencia”.
Castanedo ponderó la organización de las asambleas, aspecto muy relacionado con la participación del sindicato en cada una de sus direcciones de base, y que sus miembros conozcan anticipadamente el plan que se va a presentar y tengan sus propios análisis y valoraciones.
“Este es un elemento que puede garantizar el éxito de la reunión, la cual no puede convertirse en un espacio solo para informar cifras. Es preciso reflexionar, por eso tenemos que ser muy cuidadosos para que este ejercicio no se convierta en una formalidad”, enfatizó.
Con respecto a los sistemas de pago adelantó que el análisis va a estar en correspondencia con lo establecido en la Resolución 17, del 2014; no obstante, ese sistema solo tendrá vigencia en el primer trimestre del año, pues habrán algunas modificaciones.
Castanedo consideró que “no podemos pensar que por sí sola la disminución de plantillas nos lleva a crecer en la productividad. “Hay reservas en la planificación y organización del trabajo, así como en la propia disciplina laboral, que tienen un impacto positivo en el incremento de la productividad, y es también un asunto en el que es preciso profundizar en cada colectivo.
“Como movimiento sindical, tenemos que ser capaces de integrar la teoría con la práctica. Un elemento que contribuirá a lograrlo es, precisamente, la participación de nuestros cuadros y dirigentes sindicales, no solo en las asambleas de presentación del plan, sino en su futura evaluación mensual o trimestral. De igual forma, resulta indispensable una acción más activa del sindicato en los consejos de dirección en los diferentes niveles”.
Afirmó que la mayor contribución que puede hacer el movimiento sindical al desarrollo exitoso de la economía es movilizar a los trabajadores hacia la participación activa en el cumplimiento del plan, crecer en valores pero también en la producción material y sus surtidos.
