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“Trinidad enamora a cineastas y documentalistas”

Grandes actores cubanos prestigiaron el evento de cineclubes en Trinidad. Foto: Carlos Luis Sotolongo
Grandes actores cubanos prestigiaron el evento de cineclubes en Trinidad. Foto: Carlos Luis Sotolongo

 

Esta vez la villa de Trinidad simuló un cine en su máximo esplendor: lunetas, grandes actores, el público, las ideas de los realizadores concretadas en el producto visual… Todos esos elementos confluyeron gracias a la XII edición del Taller provincial de cineclubes  y jóvenes realizadores, celebrado en la sureña ciudad.

Tras el primer sonido de la claqueta, la reconocidísima actriz Mirtha Ibarra apareció en la pantalla chica con una obra de teatro suya, adaptada al mencionado formato y titulada Neurótica anónima.

La aclamada puesta devino apertura del evento y muestra de la imbricación del documental contemporáneo con diversas expresiones del arte, entre ellas el teatro.  La presencia de la emblemática actriz cubana en el certamen no solo le dio realce, sino que permitió a los concursantes intercambiar con una cátedra de la actuación y el cine nuestros.

También el invitado de honor Manuel Porto prestigió la cita donde convergieron aquellos que no abandonan la difusión del séptimo arte. Porto reconoció ante la prensa local que: “Este territorio tiene la capacidad de transformarse lo mismo en una próspera villa del siglo XVIII, en una plaza de mercado, en la tierra de Bolívar, que en una ciudad europea… y enamorar a cineastas y documentalistas por la belleza de su paisaje. El cine y el documental cubanos le deben mucho a la ciudad”.

Talleres de apreciación y creación, presentaciones de artistas aficionados e intercambios con alumnos de la secundaria básica acontecieron a propósito de este encuentro de “luces, cámara, acción”.

El jurado compuesto por Mirtha Ibarra, Manuel Porto y el crítico de arte Luis Rey Yero decidió otorgar el premio en la Categoría de Apreciación Crítica a Carlos Alberto Castro, del cineclub espirituano Visión 500, y en la categoría de Creación el lauro fue para Manolo Lara Rodríguez por su documental Teresa.

Durante la primera jornada del evento, un homenaje a la siempre recordada Alina Rodríguez ocupó la atención de todos. Las memorias de su gran aporte a la cultura nacional, al público y a sus amigos crispó la piel de los presentes.

El crítico de arte Luis Rey Yero evocó a la Carmela de Conducta, a la Justa inolvidable de Tierra Brava, a la Alina de toda Cuba… y sobre su histrionismo y personalidad concluyó:

“Sin duda, Alina fue una de las artistas más versátiles en la historia del cine y la televisión del país, que dejaba una huella en el alma de los espectadores, aunque no tuviera el rol principal; la mujer que expresó no tener deferencia por ningún personaje, porque cada uno era interesante si tenía algo que decir y enseñar”.

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