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Alaba el director de Onusida, los esfuerzos cubanos para erradicar el VIH-SIDA

foto: René Pérez Massola
foto: René Pérez Massola

Las futuras generaciones en Cuba podrían vivir sin el temor de la epidemia del VIH-Sida si se continúa trabando con el ímpetu y las diversas estrategias actuales con que cuenta el país, que van desde el énfasis en los factores sociales y en las políticas dirigidas a personas de riesgo, comentó Michel Sidibé, director ejecutivo del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida)y subsecre­tario general adjunto de las Naciones Unidas, durante en un encuentro con la prensa que sostuvo como parte de sus actividades de visita oficial al país.

“Los programas cubanos sobre VIH son uno de los ejemplos más importantes a nivel mundial de solidaridad. Hace unos años atrás el mundo estaba completamente asustado; recuerdo  haber viajado a  África  y todos los hospitales tenían a personas que morían; no habían ni medicinas ni esperanza, todo lo que había era desaliento, pero debido a los movimientos sociales y las alianzas, como la de Cuba con el resto del mundo hemos sido capaces de cambiar el rostro a esta epidemia; hemos logrado las metas del desarrollo del milenio para detener y revertir la misma”.

El Sr. Sidibéinsistió en lo exitoso del enfoque social con que la nación ha enfrentado la enfermedad, lo que ha permitido a la Isla mostrar relevantes resultados y estar a la vanguardia en los cuidados de salud de la región, como es el caso de tener un 85% de los pacientes con el acceso a los tratamientos médicos y un 47 % de la supresión de la actividad viral en sangre.

Según el directivo, el país «fue el primero en demostrar que puede eliminarse la trasmisión del VIH de madre a hijo; gracias en gran parte al compromiso del gobierno cubano, que también podría contribuir a que Cuba sea uno de los primeros en alcanzar las metas 90-90-90 que impulsa Onusida para reducir el avance de la enfermedad.

Estos objetivos buscan aumentar al 90% los enfermos que conocen su diagnóstico, garantizar el acceso a medicamentos al 90% de personas infectadas e incrementar al 90% la proporción de personas con una carga viral mínima, que impida la trasmisión.

El titular de Onusida anunció que hasta la fecha existen 15 millones de personas con tratamiento; cifra que no se creía posible alcanzar en el año 1996, uno de los periodos más crudos de la epidemia. “Actualmente las nuevas infecciones han sido reducidas en un 35 % y tenemos a 22 millones de personas esperando por tratamiento”, destacó.

Durante la cita, Sidibé puntualizó que lo que hace a Cuba extraordinaria es el hecho que sus medidas no estánimpulsadas por los hospitales, ni las clínicas más importantes, sino que la respuesta es por el sistema primario de salud hacia las comunidades.

Agradeció a las autoridades del país, especialmente a las del sistema de salud, por hacer de Cuba un ejemplo a seguir por la lucha contra la enfermedad.

“Mi visita fue impresionante, tuve  una visión excelente sobre cómo funciona el sistema de salud en Cuba, así como el Programa Nacional de Prevención y Control de las ITS/VIH/Sida, y la estrategia cubana para el enfrentamiento a esta epidemia; basado en la capacitación de las personas, conocimiento económico y poder contar con un medico por cada 137 personas”, subrayó.

«Trataremos de garantizar que lo que aprendamos acá sea compartido, para que en el mundo entiendan lo que puede hacerse de una manera racional y cuál es el fundamento del enfoque que aplican”, concluyó.

En la cita también estuvieron presentes, MirthaKaulard, coordinadora residente de las Naciones Unidas en Cuba; el Dr. César Núñez, director regional de Onusida para América Latina y la Dr. María Isela Lantero, jefa del departamento del Programa Nacional de Pre­vención y Control de ITS y el VIH/Sida del Ministerio de Salud Pública (Minsap).

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