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Cartas a mi hija Indira

Las cartas, como es conocido, nacen para trasmitir ideas y sentimientos de quien las escribe hacia quien las recibe. Más, hay cartas que, por su alcance y permanencia, trascienden más allá de sus remitentes y destinatarios originales, para así convertirse en textos de indudable relevancia.

Así lo demuestra la lectura de un volumen que reúne hermosas cartas enviadas por un padre a su pequeña hija. Se trata del libro titulado, precisamente, Cartas a mi hija Indira (Ediciones La Luz, Colección Infantil Jigüe, 2014, 296 pp), de la autoría de Jawaharlal Nehru.

Con selección, traducción y notas del investigador Rodolfo Zamora, e ilustraciones de Roxana Domínguez Anido e Ibrahim Ámbar, se incluyen en esta entrega tanto el libro Cartas de un padre a su hija, publicado originalmente en 1929, como otras misivas enviadas por Jawaharlal Nehru a Indira, fechadas entre los años 1922 y 1939.

La lectura de estas páginas permite descubrir no solo la ternura, el amor y la devoción de un padre hacia su hija, sino también un vasto universo de interesantes y enriquecedores temas, relacionados con la propia historia del hombre y su relación con el mundo que lo rodea.

En estas cartas, por ejemplo, se comenta, se reflexiona, se indaga, en el surgimiento de la tierra, en las primeras formas de vida, en las razas y las lenguas de la humanidad, en las grandes ciudades del mundo antiguo, en la llegada de los arios a la India y en el Ramayana y el Mahabharata.

Complementan esta edición cubana de las cartas de Nehru a su hija, los prólogos que con su firma aparecen en las entregas de 1929 y 1931, así como las palabras de Indira que acompañan el libro en 1973 y las de Priyanka Gandhi Vadra, bisnieta del autor, fechadas en el año 2004.

Reveladoras resultan estas palabras de Indira Gandhi en el citado prólogo:

La mayoría de los niños idolatran a sus padres, pero no todos  los padres son tan buenos compañeros como lo fueron los míos. Mi padre se interesaba por todo y disfrutaba compartiendo conmigo su entusiasmo. Yo estaba repleta de interrogantes y esto le permitía hablarme del mundo, así como de los hombres y mujeres que lo habitaban e influían en los demás a través de sus ideas y acciones o mediante la literatura y el arte. Más que nada, adoraba escribir y disertar sobre nuestro maravilloso país, sus antiguas proezas y grandezas, además del posterior declive y esclavización. Un propósito fue predominante en su mente: la libertad y no solo para la India, sino para todos los pueblos del orbe.

Como es conocido, Jawaharlal Nehru (1889-1964) y su hija Indira Gandhi (1917-1984), quienes ocuparon altas responsabilidades políticas en la India, fueron dos figuras paradigmáticas de la historia de su país y del mundo en que vivieron, dos inclaudicables defensores de la paz y la justicia.

Cartas a mi hija Indira es, indiscutiblemente, una auténtica joya de la literatura universal. Un libro al que podrán llegar todos los lectores, con independencia de su edad, para así descubrir, en cada una de sus páginas, conocimiento, enseñanza, consejos, lecciones, abiduría…

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