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Lograr una imagen turística que refleje la diversidad cultural

Taller de Turismo y Cultura en Holguín. Foto: Manuel Valdés
Taller de Turismo y Cultura en Holguín. Foto: Manuel Valdés

 

La importancia de lograr una imagen turística que refleje la diversidad cultural y las raíces históricas, más allá de la de sol y playa, quedó evidenciada en el taller regional efectuado en Holguín, con representantes de las provincias orientales.

De lo que se trata es de no hacer una cultura para el turismo, como sucede en la mayoría de los casos, sino de atraer a los turistas a la cultura del país, a las mejores instituciones y representantes, precisó el viceministro  Abel Acosta.

En tal sentido salió a relucir la necesidad de sacar a los visitantes de las instalaciones hoteleras, donde permanecen porque lo tienen todo incluido, ofreciéndoles productos más novedosos, atractivas opciones extra hoteleras y otras de iniciativas.

Defender la cultura nacional, sin hacer concesiones a manifestaciones foráneas de pobre factura, es defender nuestra identidad, los valores patrios y la Revolución, manifestó enfático Abel Prieto, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

Hay que tener en cuenta que la cultura artística es uno de los grandes tesoros que tiene Cuba y que no se está aprovechando en toda su magnitud, como bien apuntaron en sus intervenciones varios de los participantes en la reunión.

El ministro de Turismo, Manuel Marrero, reconoció que la mayoría de las dificultades señaladas están localizadas, pero no han sido capaces de resolverlas porque no han profundizado  en las causas, ni le han buscado soluciones, adecuadas a las características de cada lugar.

“La cuestión, subrayó, no es aprobar la política, sino la manera en que la vamos a aplicar, instrumentar las medidas y planificar su ejecución, poniéndole nombre y apellidos a los problemas, de modo que podamos exigir por su erradicación”.

Durante el fructífero intercambio salieron a relucir preocupaciones con las contrataciones realizadas por algunos empresarios turísticos que favorecen los costos en detrimento de la calidad, la oferta de producciones artesanales estereotipadas y la no inclusión de auténticas opciones culturales en los paquetes turísticos.

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