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¡Regreso!

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Cuba ha retornado al escalón más alto del pugilismo regido por la Asociación Internacional de Boxeo (Aiba). La victoria en el reciente Mundial de Doha posee enorme significado, pues corona 10 años de intensa labor y constituye respuesta contundente a quienes intentaron —y lograron en alguna medida— desarticular al llamado buque insignia de nuestro deporte.

Tras el éxito mundialista en Mianyang´05 se apreció una arremetida colosal por parte de los mercaderes del boxeo profesional, capaces de arrastrar a varias figuras del entonces equipo nacional, y ante lo cual se impuso —como postura ética y de protesta— la inasistencia del país al certamen del orbe de Chicago 2007.

No pocos entendidos catalogaron como “estrategia de desmontaje” lo que acontecía, justo antes de los Juegos Olímpicos de Beijing, donde ocho fajadores cubanos llegaron al podio, pero ninguno a su pedestal cimero. Aquello, en buena medida, ocasionó que la nación finalizara en el puesto 28 de la cita china bajo los cinco aros.

Pero paso a paso, con seriedad y dedicación, se empezó a forjar una nueva generación marcada por el talento, el compromiso y las ansias de triunfo. No iba a ser cosa de un día, los frutos se irían recogiendo paulatinamente.

Ocho medallas de oro en los Panamericanos de Guadalajara´11; un par en los Olímpicos de Londres´12; nueve en los Centrocaribes de Veracruz´14; seis en la reciente fiesta continental de Toronto´15; primer y segundo lugares en la Serie Mundial (WSB) y algunos premios dorados en las lides planetarias del 2009, 2011 y 2013 evidenciaron el paulatino crecimiento de la armada tricolor.

El liderazgo del profesor Rolando Acebal, la calidad humana y profesional de su colectivo, y el trabajo de la Federación Cubana de Boxeo (FCB) han sido claves para este renacer. Disciplina, rigor, cero concesiones; sostener el rendimiento como parámetro de elección de los púgiles; y la actualización constante de los criterios técnicos, tácticos y de atención médica han presidido el desempeño de todos.

El ingreso a la WSB y el Boxeo Profesional de la Aiba (APB) ha permitido un amplio sistema competitivo y beneficios financieros significativos para los boxeadores y la FCB. Así se ha construido también la estabilidad de un plantel que promete una actuación descollante en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, siempre y cuando algunos jueces no actúen con la desfachatez vista en la justa catarí.

Mientras, celebremos este regreso que ojalá sea definitivo.

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