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Oficina Técnica de Ozono al servicio de la sostenibilidad

La disminución de la capa de ozono, así como el cambio climático son problemas medioambientales de gran trascendencia mundial; Cuba no queda exenta de esto y es por ello que la Oficina Técnica del Ozono (Otoz) ha dedicado más de 20 años de esfuerzos para lograr un futuro más saludable, destacó el doctor Nelson Espinosa Pena, su director, en conferencia de prensa a propósito de las actividades que se realizarán por el Día Internacional para la Protección de la Capa de Ozono.

Durante la cita se realizó una actualización acerca de los programas que ha mantenido esta institución para lograr disminuir las sustancias agotadoras de ozono (Sao), así como también las medidas que han ocasionado mayor impacto.

La M Sc. Natacha Figueredo explicó que actualmente se trabaja  en un proyecto demostrativo de recolección, recuperación, almacenamiento, transporte y regeneración de Sao, el cual tiene como objetivo darle un destino ambientalmente seguro —con un nivel de sostenibilidad— a la destrucción de estas sustancias y así evitar su emisión a la atmosfera.

“Este proyecto es el resultado de una estrategia establecida entre la Otoz de Cuba y el fondo multilateral del Protocolo de Montreal, mediante el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Es nuestro aporte, nuestro granito de arena para ayudar a recuperar el planeta”, precisó la especialista.

Actualmente esta destrucción se realiza en la fábrica de cemento de Siguaney, provincia de Sancti Spíritus, luego de la sustitución en el país de más de 2 millones de refrigeradores y cerca de 300 mil aires acondicionados domésticos, cambio que se realizó con la Revolución Energética.

Además se trabaja en la eliminación de los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), proyecto que se cumplió en el 2015 en la reducción de un 10 % de importación al país.

“Si continuamos con estas medidas no solo estaremos protegiendo a la capa de ozono, sino que estaremos contribuyendo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero; hecho potencial para el calentamiento global y el cambio climático”, culminó Natacha Figueredo.

Durante el encuentro se resaltó además, que entre los im­pactos más notables alcanzados por Cuba en los últimos cuatro lustros figuran la erradicación total de los CFC en la producción de aerosoles farmacéuticos e industriales, así como la del bromuro de metilo en la fumigación de cultivos agrícolas, almacenes y otras instalaciones industriales.

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