Las primeras horas de este sábado, bendecidas por un aguacero como hace rato no se apreciaba por esta zona, fueron recibidas con beneplácito por los santiagueros, pero a medida que avanzó el día y cesó la lluvia las ilusiones de ver empaparse la tierra se frustraron.
De tal modo no parece que cambiará mucho la situación de los 11 embalses de la provincia, los que ahora mismo acumulan tan solo el 27,4 por ciento de sus capacidad total de llenado.
No obstante, se mantienen listas y en alerta las estructuras y mecanismos diseñados para dar respuesta inmediata y efectiva a cualquier situación, entre ellos los centros de evacuación, las brigadas médicas con los equipos quirúrgicos desplegados en zonas que se incomunican, los especialistas de las infocomunicaciones, además de otros.
En todos los centros laborales se adoptaron las medidas establecidas para la fase de Alerta Ciclónica, y la población también se preparó para lo que Erika dejó a su paso por este archipiélago, siempre con el recuerdo de lo vivido por santiagueras y santiagueros hace casi tres años, con el paso devastador del huracán Sandy.
