Brasil: la desigualdad social, el tema más importante

Brasil: la desigualdad social, el tema más importante

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| foto: José R. Rodríguez Robleda
| foto: José R. Rodríguez Robleda

Miles de brasileños se unieron el pasado jueves en movilizaciones de respaldo a la democracia que garantiza el Gobierno constitucional de la presidenta Dilma Rousseff, y contra las acciones desestabilizadoras de la oposición que pretende provocar su salida del poder.

La mandataria enfrenta una campaña de desprestigio contra su Gobierno y el Partido de los Trabajadores, por parte de sectores que buscan generar una situación de ingobernabilidad tratando de hacer creer que es culpable de las dificultades económicas.

La presión mediática de los grupos contrarios también tiene entre sus objetivos reducir la popularidad del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Recientemente, durante un encuentro con representantes de movimientos sociales y sindicales, Rousseff convocó a defender la democracia en el país y aseguró que, si bien se adoptan medidas de ajustes y recortes presupuestarios, no habrá retrocesos en las conquistas sociales y democráticas alcanzadas en los últimos años. En igual sentido se dirigió a líderes parlamentarios, destacó la necesidad de respaldar las medidas y llamó a la unidad.

En conversación con el excelentísimo señor Cesário Melantonio Neto, embajador de Brasil en Cuba, este expresó: “La situación que vive Brasil hay que verla en un período de unos 12 años, que incluye los dos Gobiernos del expresidente Lula, y el primero de la presidenta Dilma.

“En Brasil, probablemente el tema más importante de las últimas décadas es el de la desigualdad social, que es muy grande”; además, representa uno de los mayores obstáculos para lograr el crecimiento económico en el país.

“Podemos decir que en este tiempo salieron de la zona de pobreza más o menos unos 40 millones de brasileños, aproximadamente el 20 % de la población, que es de 200,3 millones de habitantes”.

El representante del gigante sudamericano exponía que el ingreso de los más pobres “lo que llamamos miembros del grupo E, que salieron de la pobreza para el grupo D, también baja clase media”, provocó un aumento considerable del consumo en la nación.

Del mismo modo, en igual período se produjo un crecimiento mayor de la economía, tanto en el sector industrial como en el de servicio, en la agricultura, todo “gracias al gran esfuerzo de los Gobiernos del expresidente Lula y de Dilma Rousseff.

“En este momento, decía, tenemos una situación de menor crecimiento económico”, y comentaba sobre los 40 millones de personas que han entrado al mercado consumidor, lo que “exige un esfuerzo mayor del Gobierno.

“¿Qué estamos haciendo para continuar con el trabajo de la reducción de la pobreza, de la miseria absoluta, porque seguimos con más de 10 millones de brasileños en la zona de la pobreza?

“Este año estamos promoviendo un ajuste fiscal”, señalaba lo que hay que hacer en estos casos y puntualizaba que, “esto exige no disminuir los esfuerzos para los programas sociales y continuar dando prioridad absoluta a mantener los esfuerzos de integración social en el Brasil de los últimos 12 años.

“Por tanto, este es de adaptación de la economía brasileña a esta nueva situación de ajuste fiscal. Tenemos que promover la disminución del déficit del Gobierno con este ajuste, porque esa es una condición para retomar el crecimiento económico. “Es el cuadro de Brasil hoy, económico, político y social, porque los tres planos están siempre vinculados, el económico, el político y la promoción de la integración social.

“Tenemos que mantener tanto la política brasileña, la economía brasileña y los esfuerzos de integración social, a pesar de las presiones internas y externas.

“La coyuntura internacional no es buena, no ayuda a mantener en primer lugar el proceso democrático, la estabilidad política, y en segundo lugar, a mantener los procesos de mayor integración social, la lucha contra la desigualdad social en Brasil”.

Entre los beneficios a los menos favorecidos, se destacan planes que llevan educación gratuita a millones de brasileños, así como el programa Más Médicos. Sobre este aspecto apuntaba:

“Los médicos cubanos están muy involucrados en el tema de la integración social, casi 12 mil médicos cubanos están haciendo un trabajo muy bueno, atendiendo a un grupo de brasileños que llega a 48 millones de personas, ya tenemos experiencias muy exitosas; en abril último estuvo acá el ministro de Salud de Brasil, Arthur Chioro, para hacer un balance, que fue muy positivo, con el Ministro de Salud Pública de Cuba.

“El Programa Mi casa, Mi vida, porque en Brasil hay un déficit habitacional muy grande, la parte más pobre de la población no tiene recursos para tener su propia casa, es una zona muy grande. Este programa, que es muy importante, es financiado para la población más pobre. Tiene dos vertientes, la social, naturalmente, y la vertiente económica porque es un gran proyecto habitacional, importante para las empresas brasileñas.

“Promover la integración social cuesta mucho dinero, en salud, en educación, en seguridad pública; todos estos proyectos de integración social tienen un costo muy alto, mas este tipo de inversión es imprescindible para un país como Brasil.

“Nosotros no podemos avanzar económicamente, no podemos continuar un proceso de crecimiento económico, sin la integración cada vez mayor de los que sufren más desigualdad social en la economía brasileña.

“Por eso es normal el costo muy alto de estos programas; mas por eso, hay necesidad de reequilibrar, hacer un ajuste fiscal en el presupuesto nacional para poder continuar con esos programas más que prioritarios para la sociedad brasileña”.

El embajador se refirió al sistema de Gobierno en Brasil, oficialmente República Federativa del Brasil, y explicaba que es presidencialista. El Congreso Nacional (Parlamento), es bicameral, formado por la Cámara de Diputados y el Senado Federal.

“En las últimas elecciones presidenciales de octubre del año pasado, el Gobierno ganó con el 51,5 % de los votos y la oposición obtuvo el 48,5 por ciento. Eso significa que tenemos una oposición representativa, importante, la diferencia es pequeña, por lo que hay que tener en cuenta esa oposición, hay que respetarla y promover el diálogo, como hace el Gobierno que tiene un diálogo abierto con la oposición, en la Cámara de Diputados y el Senado Federal de Brasil”.

También apuntó: “Vivimos un proceso democrático, todas las instituciones son libres para actuar, los medios de comunicación tienen toda la libertad de actuación, no hay ningún tipo de restricción, de censura”.

Casi al concluir expresó: “Veo el futuro de Brasil bien, con la condición de que tenemos que seguir dando total prioridad a los programas de integración social. La cuestión de la desigualdad social en Brasil es la que puede producir mayores desequilibrios políticos y económicos”.

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