Icono del sitio Trabajadores

De Nueva York al campo independentista cubano

Henry_reeveQue a un estadounidense solidario con la causa independentista cubana del siglo XIX lo detuvieran junto con otros combatientes  casi acabado de llegar en una expedición a la Isla y lo incluyeran en un fusilamiento masivo, es un hecho bastante inusual y dramático, pero resultó aun más insólito que ese joven de 19 años, nacido en Brooklyn, Nueva York en 1850, y llamado Henry  Reeve, haya logrado sobrevivir con cuatro impactos de bala y tras deambular varios días, tropezase con la tropa mambisa,  comandada por el entonces general de brigada Luis Figueredo.

Otro hecho curioso: la petición de Reeve de no permanecer allì sino ir al encuentro de las fuerzas del general norteamericano Thomas Jordan, con quien  había arribado a Cuba  a bordo del vapor Perrit ,  fue atendida con disgusto por Figueredo quien en el permiso de traslado escribió que aquel muchacho era “inepto e inservible para el servicio de las armas”.

Craso error. El que vino a Cuba con el nombre de Henry Earl y fue rebautizado por los patriotas cubanos como El Inglesito o Enrique el americano, que tuvo como jefes al mayor general Ignacio Agramonte y al Generalísimo Máximo Gómez,  se convertiría por sus méritos militares en general de brigada y en una figura de leyenda, al que se le adjudica haber participado en unas 400 acciones combativas.

Las numerosas heridas recibidas en combate no mellaron su decisión de lucha. Ni siquiera se apartó del campo de batalla cuando la metralla enemiga le inutilizó la pierna derecha. Tras seis meses de convalecencia,  se procuró una especie de prótesis metálica que le fue adaptada a la extremidad dañada, que le quedó más corta, además de utilizar un dispositivo que lo ayudaba a mantenerse sobre su cabalgadura.

El 4 de agosto de 1876, en la sabana de Yaguaramas, cerca de Cienfuegos, resultó nuevamente herido en el pecho y la ingle y al ser derribado del caballo sin el cual no podía valerse, recibió otro impacto en el hombro. Su ayudante le ofreció otra cabalgadura pero se negó a aceptarla y le ordenó que se retirara para salvar la vida, mientras él continuó peleando armado de un machete y un revólver, hasta que al quedarse sin municiones se disparó un tiro en la sien para no caer en manos del enemigo.

Tenía al morir 26 años. Su nombre ha seguido haciendo historia en la tierra por la que entregó su vida, a través del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Reeve, constituido por iniciativa de Fidel Castro, la cual en gesto desinteresado y solidario ha acudido en ayuda de diversos pueblos del mundo, del mismo modo que El Inglesito no dudó en partir de su suelo natal para contribuir a la lucha por la independencia de Cuba.

Compartir...
Salir de la versión móvil