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Aniversario digno de recordar

De izquierda a derecha: Lucila Bejarano Llabayol, Angelina Rojas Blaquier, Alina Martínez Triay, Martha Cruz Valdés y Silvio Jova Argota. Foto: Eddy Martin
De izquierda a derecha: Lucila Bejarano Llabayol, Angelina Rojas Blaquier, Alina Martínez Triay, Martha Cruz Valdés y Silvio Jova Argota. Foto: Eddy Martin

 

El emblemático Palacio de los Torcedores de La Habana arriba hoy a sus 90 años de fundado, acontecimiento que la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) conmemoró la víspera, en el edificio que desde siempre devino importante centro cultural no solo para los trabajadores de ese gremio tabacalero, sino también para los  de otros sectores del movimiento obrero nacional.

El centro de la actividad lo constituyó una mesa redonda  titulada Aniversario 90 del Palacio de Torcedores de La Habana, dedicada a recordar la historia y usos de la edificación, desde su inauguración el 14 de julio de 1925.

Un panel moderado por la Máster en Ciencias Alina Martínez Triay, subdirectora editorial de nuestro órgano, e integrado por prestigiosos especialistas, se encargó de transmitir al público presente los hitos más significativos de la historia del edificio.

La doctora Martha Cruz Valdés, investigadora del Centro de Estudios Martianos, se refirió a los nexos establecidos por nuestro Héroe Nacional, José Martí, con los tabaqueros cubanos radicados en Tampa y Cayo Hueso durante el período en que él se dedicaba a organizar la gesta independentista iniciada en 1895, y la extraordinaria contribución de aquellos para sufragarla. Habló, además, de los antecedentes de la Sociedad de Torcedores de La Habana y los disímiles locales donde sesionó hasta la construcción de su sede definitiva, en la barriada obrera de Cayo Hueso, totalmente costeada con sus fondos.

Al Máster en Ciencias Silvio Jova Argota, de la CTC, correspondió la presentación de un recorrido por los principales hechos de la vida sindical y política del país vinculados con la instalación, entre los cuales recordó que cumplió una importante labor histórico-cultural al contar con: biblioteca, aulas de superación, imprenta y salón de actos, en el cual se escucharon las voces de Julio Antonio Mella, Rubén Martínez Villena, Carlos Baliño, Alfredo López, Lázaro Peña, Jesús Menéndez, Juan Marinello, José María Pérez  y Miguel Fernández Roig, entre otros dirigentes obreros e intelectuales de vanguardia.

Jova Argota señaló, además, que en ella sesionó la Universidad Popular José Martí, a partir del momento en que no pudo continuar sus labores en el recinto universitario, y se instaló la CTC, con su líder Lázaro Peña, cuando en 1947 fue desalojada de su sede, el Palacio de los Trabajadores.

La doctora Angelina Rojas Blaquier dedicó su intervención a puntualizar acerca de la vinculación de los intelectuales y obreros con el centro, y recreó particularidades relacionadas con la Universidad Popular José Martí, el teatro de Paco Alfonso, y la inolvidable presencia de Rubén Martínez Villena y Julio Antonio Mella en el recinto convertido actualmente en Centro Cultural Torcedores.

A la licenciada Lucila Bejarano Llabayol, investigadora de la institución, correspondió informar acerca de los objetivos actuales de la instalación, entre los cuales enunció los siguientes: exponer la historia de los trabajadores cubanos y su papel en las luchas independentistas; destacar significativo peso que tuvieron los  tabacaleros y azucareros en la formación del proletariado nacional; honrar a los mártires y héroes del movimiento obrero-sindical del país y desarrollar proyectos socioculturales con la comunidad.

El Centro Cultural Torcedores aprovechó la ocasión para la entrega de reconocimientos por la colaboración recibida al periódico Trabajadores, el Instituto de Historia de Cuba, el Sitial Moncada y el museo del Consejo Nacional de Patrimonio. A su vez, recibió de manos de Ermela García Santiago, miembro del Secretariado Nacional de la CTC, un diploma de reconocimiento al colectivo por la labor realizada.

Como colofón, los asistentes pudieron deleitarse con las interpretaciones de la joven guitarrista Patricia Díaz, y con la  inauguración de la exposición Amor que aquilata el alma, muestra de la obra pictórica del joven Francis Fernández Trujillo, Copola,  alusiva a los 90 años del Palacio de Torcedores.

Ermela García Santiago, miembro del Secretariado Nacional de la CTC, entregó a Raimundo Estrada Rodríguez, director del Complejo Cultural Torcedores, un diploma de reconocimiento a la labor realizada por el colectivo de trabajadores. Foto: Eddy Martin

 

Con sus dos interpretaciones, Patricia Díaz, estudiante de guitarra, ganó los aplausos de los asistentes. Foto: Eddy Martin

 

El colega Jorge Rivas Rodríguez (derecha), trabajador de nuestro órgano de prensa, tuvo a su cargo la presentación de la exposición, cuya curaduría estuvo a su cargo. Al centro, el autor, Francis Fernández Trujillo, Copola, junto a Jesús Lara, reconocido artista de la plástica que fuera su profesor. Foto: Eddy Martin
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