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Santiago se mantiene en forma

En la ciudad se construye con la participación de muchos organismos para tener un Santiago bello, higiénico y ordenado. Foto: Miguel Rubiera Jústiz
En la ciudad se construye con la participación de muchos organismos para tener un Santiago bello, higiénico y ordenado. Foto: Miguel Rubiera Jústiz

 

Por Juanita Perdomo Larezada y Betty Beatón Ruiz

Santiago de Cuba recibirá el medio milenio de emerger como villa con tangible optimización en su estado constructivo, saldo que la pone en plena posibilidad de ir, paso a paso, cimentando la pretensión de convertirse en una urbe tan estéticamente encantadora como ordenada.

Cuando el 25 de julio los 500 años inviten a la celebración, habrá que reconocer cuánto se invierte a favor del rejuvenecimiento de la que pareciera que hace de todo para que la miren, y por recibir los piropos que bien merece y hoy se le tributan.

Apuntalada en una postura que escapa a la mera responsabilidad de las autoridades políticas y gubernamentales para instalarse en el alma de su gente, la ciudad Heroína sincronizó mente y corazón, y alineó sus oídos a las palabras del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Raúl Castro Ruz, que en el acto por el aniversario 60 del 26 de Julio invocara a edificar una urbe cada vez más bella, higiénica, ordenada y disciplinada.

Para conseguirlo, se echó manos al Plan General de Ordenamiento Urbano (PGOU), que aunque aprobado en el lejano 2002 por la Asamblea Municipal del Poder Popular, hubo que atemperarlo a las lógicas transformaciones que la composición estructural de la región experimentara en los últimos años y, muy en particular, a los severos perjuicios que en octubre del 2012 le ocasionara el huracán Sandy.

El aprovechamiento racional del territorio como recurso finito, mediante la correcta localización de actividades productivas y de servicios, así como también el destino del suelo acorde con sus características y potencialidades, encabeza la relación de objetivos que, en esencia, subordinan todas las inversiones al PGOU.

La eficacia de un control exhaustivo

Con el encargo estatal de dirigir, elaborar y controlar el ordenamiento territorial y el urbanismo, no es casual que Planificación Física sea la responsable de rectorear el PGOU, una misión que Juana Luisa Rodríguez Abad, vicedirectora técnica en la oriental provincia, delimita por prioridades, camino que conduce a la eficaz gestión de cualquier proceso.

Explica las razones de un programa basado en la satisfacción progresiva e integral del déficit habitacional de la ciudad, focalizado en solucionar, en orden jerárquico, las afectaciones a las viviendas que provocara Sandy, la precariedad de cuarterías, barrios y focos insalubres, y el fondo de casas en regular y mal estado técnico- constructivo, considerada la fundamental vulnerabilidad de la urbe, entre otras necesidades vinculadas con el hábitat, en lo que se inscribe su desprovista red de alcantarillado.

Rodríguez Abad pondera la participación de organismos e instituciones como el sistema de la vivienda, la defensa civil y el CITMA, unidos todos en la concepción común de conseguir una ciudad resiliente, concepto que alude a la capacidad de cada territorio de poder recuperarse por sí mismo ante la ocurrencia de fenómenos naturales o tecnológicos, sin que para ello, aclara, prescinda de ayuda externa.

“Las experiencias del último huracán que azotó la provincia enseñó cómo sin importar si se trata de una casa o una industria, los proyectos, microlocalizaciones o localizaciones deben ser resilientes, única manera de mitigar las consecuencias de desastres de grandes proporciones, en especial los asociados a sismos, entre otras ventajas.

“Entre las acciones realizadas y sometidas a sistemático control destaca la construcción de viviendas, que en el 2014 satisfizo alrededor del 98 % de lo pactado, el resto de lo cual se fue cumplimentando a inicios de este año”.

La vicedirectora técnica refiere con énfasis algunas de las labores materializadas en los distritos Abel Santamaría y José Martí, asentamientos poblacionales donde sobresalen nuevas urbanizaciones. “Quedan aún por resolver situaciones de precariedad y otros casos de viviendas que no proceden en el lugar, ya sea por derrumbes o limitaciones que impiden edificarlas allí”.

Rodríguez Abad detalló que, por ejemplo, de la llamada zona de La vaquería, en el distrito Abel Santamaría, paulatinamente serán trasladadas hacia otro sitio todas las viviendas, como parte de la atención a los barrios precarios, que incluye reubicar 40 de estas comunidades y el ordenamiento de otras 33, en un programa que fijó su colofón para el 2025.

El tratamiento que el PGOU concede a la edificación de viviendas favorece las lógicas obras inducidas, la creación de instituciones de educación, sanitarias, comerciales y recreativas, entre otros servicios que se ponen a punto en el contexto del cumpleaños fundacional de la ciudad y el aniversario 62 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

Luces, sombras, regocijo

En una sincera confesión, la vicedirectora técnica de Planificación Física revela su preferencia por la realización de las casas con similar velocidad a la que fueron proyectadas, deseo malogrado, asegura, debido a insuficiencias en la capacidad constructiva, mano de obra especializada y tecnología apropiada, en particular para asumir lo previsto en las áreas centrales de la ciudad tradicional.

Sin embargo, resalta que hasta la fecha el elemento distintivo de las acciones del 2015 tienen que ver con un cumplimiento más ajustado a las microlocalizaciones, expresado en el respeto a urbanizar en las áreas previamente determinadas, fruto también atribuible a las exigencias del Partido y las representaciones del Estado en los diversos ámbitos para impedir la proliferación de manifestaciones negativas e ilegalidades.

“Sabemos que siempre hay incumplidores, ya sean jurídicos o naturales, pero se trata de seguir educando a la población para que no se viole absolutamente nada, al igual que en el caso de los estatales, llamados a trabajar con apego a lo legislado”.

Más allá de asuntos precisados de perfeccionar como la calidad de las terminaciones, el exacto acondicionamiento de los lugares hacia donde son movidas las personas y todo aquello que pueda estorbar la efectividad del PGOU, miles de santiagueros como Ángel Pacheco Busquet alaban sus incuestionables beneficios.

“Un año atrás, los residentes en Juan Gualberto Gómez, entre Tercera y Patricio Lumumba, lamentábamos el desorden medioambiental, vial y urbanístico, afectado incluso por la permanencia de coches, orina, excreta e indisciplinas sociales. Para suerte nuestra, esos males quedaron en el pasado”.

La avenida Juan Gualberto Gómez-Flor Crombet, a la que tantísimos santiagueros prefieren llamar Patria, en alusión al inmenso pensamiento de Antonio Maceo, La patria ante todo, “posee ahora envidiable iluminación, muros con obras de arte, jardines, fachadas de casas pintadas, muchas incluso totalmente reparadas, cables soterrados, cambios que tenemos que cuidar, por lo que representan y cuestan”.

En la remozada arteria, tal y como establece el PGOU, se puede ejercer el trabajo por cuenta propia, solo que bajo los estrictos principios del orden y la disciplina. Al propio Ángel Pacheco, elaborador-vendedor de alimentos ligeros, en un primer momento le “chocó” la propuesta de mudar la cafetería del portal de su casa hacia otra área. “La habilité en la terraza y al final salí ganando en comodidad, más clientes y eliminé el peligro por las aglomeraciones que se formaban en la acera”, admite satisfecho.

“Lo sucedido aquí ha sido para bien. Ojalá cada cosa que se apruebe en Santiago de Cuba tenga igual rigor. Es maravilloso lo hecho en esta zona”, conclusión a la que arriban los cientos de habitantes de esta ciudad favorecidos por las bondades del PGOU, guía de trabajo para el desarrollo económico y social, aprobado también para el resto de los municipios indómitos y sometido a constante monitoreo por la más alta dirección del país.

La revolución que en términos constructivos acontece aquí, que poco a poco va creciendo desde los cimientos, es tan hermosa que sobrepasa cualquier inconformidad o disgusto por lo que aún no complace. Basta aproximarse a una esquina cualquiera para entender las razones de por qué a Santiago nada la derrumba. Para orgullo de Cuba, a 500 años de su surgimiento, esta urbe se mantiene en forma, sigue coqueta.

Justo después de que acaba este muro, Ángel Pacheco tiene su negocio y es uno de los vecinos beneficiados con el ordenamiento. Foto: Miguel Rubiera Jústiz
Juana Luisa Rodríguez pondera el respeto que ha existido en el 2015 a urbanizar en las áreas previamente determinadas. Foto: Betty Beatón Ruiz
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