Parques nacionales como Guanahacabibes y los Cayos de San Felipe, además de la reserva ecológica Los Pretiles, son algunas de las zonas naturales beneficiadas por la implementación del proyecto Aplicación de un enfoque regional al manejo de áreas marino-costeras protegidas al sur de archipiélago cubano, en la provincia de Pinar del Río.
El estudio cumplió ya cinco años de ejecución en el territorio más occidental con importantes resultados como la declaración del parque nacional Guanahacabibes como el primero en el país que se incorpora al protocolo relativo a las áreas y a la flora y fauna silvestres especialmente protegidas (Protocolo Spaw).
Además de las primeras mencionadas, el proyecto incluyó el refugio de fauna Banco de San Antonio, el área protegida de recursos manejados Península de Guanahacabibes y la reserva florística manejada de San Ubaldo-Sabanalamar.
Los especialistas destacan, entre varios aspectos relevantes, el avistamiento en humedales del municipio Los Palacios de una especie nueva de ave en la Mayor de Las Antillas: el Curlew Sandpiper, así como otros nueve registros novedosos para el área de Guanahacabibes.
Durante todo ese tiempo se trabajó en los distintos programas de monitoreo, determinados por los elementos específicos a atender como: aves acuáticas, manatí, iguana, tortugas, peces, manglar sumergido y emergido, pastos, vegetación de costa arenosa y arrecifes.
Las autoridades de la provincia cuentan ahora con valiosas herramientas para manejar de forma más eficiente los recursos disponibles, explica Marta Rosa Acosta, secretaria de la junta coordinadora provincial de Áreas Protegidas.
Entre las acciones sobresalió el trabajo con especies exóticas invasoras como el pez león y se constató la existencia, en el extremo occidental, de la segunda colonia de nidificación más grande de nuestro archipiélago del ave Fregata magnificens.
Se realizaron evaluaciones para especies migratorias invernales y residentes permanentes, migratorias de verano y otoñales, además de conteos en los sitios de nidificación de los especímenes acuáticos y marinos durante los diferentes meses.
Las investigaciones dejaron resultados de estudios de factibilidad económica en actividades alternativas sostenibles; en el caso de las comunidades humanas involucradas en las espacios marinos analizados, incremento de la preparación de los expertos, datos insustituibles para el ordenamiento forestal en cada lugar, mejorías en la señalética, además de planes de manejo fortalecidos por valiosos conocimientos científicos.
También se declararon como áreas protegidas el elemento natural destacado Banco de San Antonio y el refugio de fauna Ciénaga de Lugones (2012).
Como aclara Marta Rosa, las acciones no terminan con el proyecto, pues se indicará su seguimiento oportuno.
Pinar del Río posee una magnífica y reconocida riqueza natural distribuida en sus 21 áreas protegidas y posee más del 44 % de su superficie cubierta de bosques.
