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El largo alcance de una vida

Vitervo era de esos hombres que recordaban más, mucho más, su temprana vida como limpiabotas y mandadero en su natal Encrucijada, que el título de Doctor Honoris Causa que la Cujae le entregara en el año 2013.

Autoridades sindicales, ministeriales, compañeros, familiares y amigos rindieron guardia de honor ante el féretro del Héroe del Trabajo de la República de Cuba, Vitervo O’Reilly, fallecido este fin de semana. | Foto: Eddy Martin

 

Es que el Profe, como le decían sus tantos alumnos universitarios, nunca anduvo detrás del homenaje, sino empeñado en encontrar soluciones a los muchos secretos que para él tenían los hormigones. Y fue tanto lo que descubrió, que en una ocasión el Comandante en Jefe le dijo una frase lapidaria: “Tú solo eres dos fábricas de cemento”.

En entrevista de prensa hace algunos años, Vitervo explicó que el resultado de sus investigaciones en la dosificación del hormigón de baja consistencia proporcionó una economía de más del 15 % del cemento y la obtención de hormigones de mayor durabilidad para garantizar la vida útil de las estructuras, en comparación con los métodos tradicionales. “La aplicación de ese trabajo representó al país un ahorro de más de 2 millones de toneladas de cemento entre 1980 y el 2001”, comentó en aquella ocasión.

Miembro del Consejo Científico del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría desde su fundación y Profesor de Mérito en esa misma institución, pertenecía además a un sinnúmero de academias y centros de investigación en Cuba y en el mundo… En fin, para muchos, Vitervo fue hasta su muerte —ocurrida este fin de semana— la figura cubana más encumbrada en el quehacer investigativo de la construcción.

Justo el 15 de enero de 1992, en ocasión del Día de la Ciencia Cubana, Vitervo O’Reilly Díaz recibió lo que fue, sin duda, su más preciado galardón: el título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, condición antecedida por las medallas de Hazaña Laboral y Jesús Menéndez, entre otras, así como el estandarte de vanguardia nacional por 22 años consecutivos.

Por suerte, se mantuvo activo hasta los últimos días, a pesar del cáncer que le provocó la muerte. Es que disfrutaba inmensamente el trabajo que hacía. “El tiempo se me va volando cuando me siento a leer o a investigar algo en la biblioteca, que es una de las cosas más importantes de mi vida”, dijo una vez.

En la despedida de duelo ayer, en el panteón de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de Cuba (Unaic), una frase resumió el sentir de las autoridades sindicales y ministeriales, alumnos, fa-miliares y amigos allí presentes: “Vitervo será recordado como el brillantísimo profesional que fue y como gran amigo de todos.”

Leer más: https://www.trabajadores.cu/20111226/mi-vida-es-una-constante-exigencia/

 

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