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Extensionismo: éxito de la agricultura urbana

Fotos: Roberto Carlos Medina
Fotos: Roberto Carlos Medina

Con el objetivo de garantizar el consumo local de alimentos, la sustitución de importaciones y la mayor eficiencia productiva sin el uso de fertilizantes y pesticidas químicos, se ha acoplado el Programa de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar en Cuba, paradigma para muchos pueblos de la región.

El II Congreso Internacional de esta materia, que se inauguró en la mañana de este martes, en el Palacio de Convenciones, hace una revisión de los principales logros y aspiraciones en un país que debió intensificar este tipo de agricultura a partir de 1990, cuando la aguda crisis económica y la pérdida del intercambio comercial con los países del antiguo campo socialista contrajo sensiblemente las importaciones y las producciones convencionales.

En ese momento se buscó una alternativa para suministrar alimentos frescos, que llegaran a la mesa en el menor tiempo posible, y que aportaran vitaminas y minerales a la población. Comenzó por la agricultura urbana en los pequeños canteros, organopónicos y huertos intensivos dentro de las ciudades y se fue extendiendo hasta un radio que cubre los 20 kilómetros hacia el exterior de estas  y poblados de la nación.

En el año 2014, de estos espacios se extrajo un millón 260 mil toneladas de vegetales y condimentos frescos, lo que no incluye a las pequeñas cosechas de los microhuertos caseros y parcelas, que no se tienen en cuenta para las estadísticas nacionales.

Este tipo de agricultura no es igual a la convencional, según precisó el doctor Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del Grupo Nacional de Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar. Se trata de un tipo de cosechas que no emplea productos químicos, que complementa al otro y que ya es de interés para muchos países de la región.

Fotos: Roberto Carlos Medina

La doctora Marisela Díaz Rodríguez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica, al inaugurar el Congreso  enfatizó en el desafío mundial que constituye hoy alimentar a más personas de una manera mejor, en medio de una persistente crisis económica, financiera y ambiental; la volatilidad y alza de los precios de los alimentos y la necesidad de adaptarse al cambio climático. En Cuba se suman como factores adversos, además, el envejecimiento de la población y la migración hacia las áreas urbanas.

En la agenda del Congreso, a cuya inauguración asistió Elba Rosa Pérez Montoya, ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, junto a otros directivos relacionados con la actividad, se encuentran los temas de la investigación agraria, bioproductos y microorganismos de interés agrícola para la nutrición vegetal, sistemas simplificados de cultivos sin suelo para promover y mejorar la producción de hortalizas en las zonas urbanas y periurbanas, gestión del conocimiento y de la innovación para la sostenibilidad alimentaria, entre otros.

El evento se extenderá hasta el próximo día 16, con una feria comercial simultánea, y en él participan más de 37 entidades nacionales y profesionales y productores de más de 20 países.

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