Los trabajadores de la cultura en Las Tunas se sumaron a las muestras de solidaridad con Venezuela y el gobierno de Maduro ante la nueva injerencia de la Casa Blanca en sus asuntos internos.
La declaración la hicieron pública en el transcurso del balance sindical del sector y dice textualmente:
El 21 de marzo de 1881 la capital venezolana recibe a José Martí con admiración y como pruebas de esa aceptación la intelectualidad caraqueña organiza un acto de homenaje en el Club de Comercio. Allí Martí dice: «Así, armado de amor, vengo a ocupar mi puesto en este aire sagrado, cargado de las sales del mar libre y del espíritu potente e inspirador de hombres egregios; a pedir vengo a los hijos de Bolívar un puesto en la milicia de la paz.»
En julio de 1881, en carta de despedida a su amigo Fausto Teodoro Aldrey José Martí escribe ideas que trascienden su época y alimentan los sentimientos solidarios de los cubanos de hoy: «Y de la América, a cuya revelación, sacudimiento y fundación urgente me consagro, ésta es la cuna; ni hay para labios dulces, copa amarga; ni el áspid muerde en pechos varoniles; ni de su cuna reniegan hijos fieles. Déme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.»
Los cubanos tenemos suficientes razones para solidarizarnos con el pueblo venezolano y la Revolución Bolivariana ante el decreto del Presidente Barack Obama, que califica a esa nación y a la actual coyuntura que vive como “amenaza extraordinaria e inusual” a su seguridad.
Como fervientes seguidores del pensamiento martiano, los trabajadores de la Cultura nos sumamos al creciente rechazo internacional que ha generado la gigantesca farsa de considerar a Venezuela como un peligro para la estabilidad de la prepotente nación del Norte y exigimos a Obama que derogue el DECRETO YA, y cese su injerencia en los asuntos interno de esa nación.
El absurdo Decreto puede ser el preámbulo de una intervención a gran escala y nosotros, desde este escenario, rechazamos cualquier intento de alterar esos principios.
En este territorio del oriente cubano, como está sucediendo ahora mismo en Cuba y el resto del mundo, nuevas voces se levantan en defensa del derecho a la autodeterminación del gobierno y el pueblo venezolano.