Acostumbrados a puestas más barrocas de la más célebre zarzuela cubana, los espectadores de la próxima temporada del Teatro Lírico Nacional (TLN) podrán extrañarse: la nueva Cecilia Valdés, estrenada hace poco en la sala Covarrubias, es esencial, sin énfasis ni volutas.
El capitalino teatro Martí —que fue precisamente el lugar donde se estrenó la obra del maestro Gonzalo Roig hace por estos días 83 años— acogerá desde mañana una producción con puesta en escena de Juan Rodolfo Amán y dirección musical de Igor Corcuera.
Para la representación se utilizará la primera versión de la partitura compuesta por Roig. Se sabe que el destacado músico hizo algunas modificaciones a lo largo de su vida.
Juventud y experiencia en los roles protagonistas. El sábado debutará la joven soprano Laura Ulloa, ganadora el pasado año del Concurso Nacional de Canto Lírico de la ciudad de Holguín.
Es un reto, indudablemente, y no solo por la gran popularidad del personaje y las complejidades de la línea de canto e interpretación, sino porque Ulloa no tiene mucho que ver con la idea que nos hemos hecho de la mítica mulata Cecilia. Laura Ulloa, en última instancia, se parece más a Isabel, la contrincante de la protagonista.
“Hay que convencer desde el escenario. Es un rol difícil, pero creo que puedo asumirlo satisfactoriamente” —afirma. “La puesta es minimalista, lo más importante aquí es la música, la interpretación de los cantantes”.
Para la función del domingo, la protagonista será mucho más experimentada: la soprano Milagros de los Ángeles, que ha cantado la zarzuela muchas veces, para satisfacción del público y la crítica.
Además de los solistas y el coro del TNL, subirá a escena la compañía de Danzas Folklóricas y Tradicionales JJ. En el foso estará la Banda Nacional de Conciertos. La dirección general es del maestro Roberto Chorens.
Cecilia Valdés, zarzuela inspirada en la novela homónima de Cirilo Villaverde, está considera la obra cumbre del teatro lírico cubano. Su popularidad trasciende las fronteras nacionales.
