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120 años de Martí en Guantánamo: Emilio, el que cuida el Rancho

Rancho de Tavera. Foto: Del autor
Rancho de Tavera. Fotos: Del autor

 

Surcando más de 15 veces el río Jojo, contemplando las cordilleras de la sierra de Imías, por la zona de Vega de la Batea, donde la naturaleza se resiste al paso del tiempo y la geografía es casi tan virgen como la descrita por el más universal de todos los cubanos en su diario de campaña, se llega hasta Arroyo de Carlos, allí en una elevación encontramos el Rancho de Tavera.

Lugar histórico donde el 15 de abril de 1895 el Generalísimo Máximo Gómez Báez, en Consejo de Jefes, asciende a José Martí al grado de Mayor General del Ejército Libertador, reconociéndole así al Delegado del Partido Revolucionario Cubano (PRC) su papel de organizador y guía de la gesta libertaria iniciada el 24 de febrero.

Un pequeño obelisco y un rancho que semeja al que perteneciera a la familia de Nina Tavera y su esposo Miguel Aguirre, señalan el lugar donde los días 14 y 15 de abril de 1895 acamparan Martí, Gómez, Marcos del Rosario, el baracoense Félix Ruenes y otros patriotas. Allí encontramos a Emilio, el que cuida este sitio significativo de la Patria, declarado Monumento Nacional, según consta en la Resolución 189, con fecha 19 de mayo de 1895.

Emilio en el rancho

Su nombre completo es Emilio Ortiz Hernández, tiene 63 años, y como la mayoría de los pocos pobladores que viven en estos parajes del lomerío guantanamero, es parco de palabras y las pocas que dice salen de su boca mientras corta un vara, arregla el guano, endereza una yagua, chapea o hace cualquier otra labor.

Según cuenta Emilio nació en un lugar mucho más intrincado de las montañas de Imías que se llama Arroyo de la Sierra, y fue en este sitio, quizás a la luz de la luna o de un quinqué, acompañado del canto de los grillos, y rodeado de su familia y de otros campesinos de la región que por vez primera escuchó el nombre de Martí.

Luego conocería del paso por la región del Apóstol de la independencia cubana, de Máximo Gómez y de otros valientes, y por eso siente un inmenso placer por la labor que desempeña como trabajador del museo municipal 11 de abril de Imías, encargado de cuidar este campamento donde Martí es ascendido a Mayor General.

“Mi hermano Orlaido fue durante mucho tiempo quien cuidó el Rancho Tavera – dice Emilio- pero al mudarse para Las Tunas quedé yo en esta tarea; la que cumplo con mucho placer por lo que representa Martí para todos los cubanos”.

“Este campamento es visitado por diferentes grupos de compañeros durante todo el año y aquí también se realizan ascensos de los oficiales de las Fuerzas Armadas y el ministerio del interior”.

“Ahora le cambió el guano, arreglo el rancho, limpio el obelisco y preparo los jardines, para que este como nuevo cuando se cumplan los 120 años de que Martí estuvo aquí”.

 

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