Por estos mismos días, pero hace un año atrás, me dije que después de seis meses sin comer papa, decidía no “caerle atrás” al gustado tubérculo; mas hoy todo es distinto y ya por dos veces —no me ha hecho falta más— he podido acceder al producto.
Ciertamente, la actual cosecha y comercialización dedicada a la capital transita por senderos muy diferentes, debido, fundamentalmente, a que los pronósticos productivos casi cuatriplican los de un año antes —60 mil contra 15 mil 700 toneladas— a la vez que la organización de las colas también supera los barullos y trifulcas de entonces.
El año pasado se vendió papa en 39 unidades, y un breve recorrido por cualesquiera de los 51 puntos de Playa, Plaza, Centro Habana, La Habana Vieja, Diez de Octubre, La Habana del Este, San Miguel, Boyeros, Arroyo Naranjo y Cerro dedicadas hoy a la venta, demuestra la gran diferencia de un año a otro.
Si en febrero del 2014 se comercializaron en el territorio mil 412 toneladas, este año el nivel superó las 5 mil 200, mientras que en marzo pasado los arribos apenas rebasaron las 3 mil 500 toneladas, y ahora se prevén más de 29 mil 500, de las cuales se vendieron 3 mil 200 en los primeros cuatro días de este mes.
Nancy Wilson Perich, subdirectora comercial de la Empresa Provincial de Mercados Agropecuarios, indicó que a partir de la última decena de marzo se vincularán a la venta más de 210 unidades de la red en los 15 municipios capitalinos, lo que pudiera considerarse como la “arribazón” del producto.
La funcionaria refirió que hasta el pasado viernes la capital recibía papa de Mayabeque, Artemisa, Matanzas, Cienfuegos y Ciego de Ávila, a pesar de que las previsiones iniciales eran de que solo aportaran de los tres primeros territorios. Incluso, no se esperaba que llegara de Artemisa en la primera decena de marzo y ya la han suministrado.
“De las 60 mil toneladas previstas de febrero a abril, alrededor de 30 mil irán a frigoríficos de La Habana, Güira, Alquízar y Güines para su posterior comercialización. Del resto, serán destinadas unas 5 mil a consumo social —salud, educación, organismos, Sistema de Atención a la Familia y la gastronomía—.
“Podemos afirmar que desde que comenzó la etapa fuerte de cosecha —a inicios de marzo— el producto no ha fallado en las unidades previstas. Además, orientamos que la venta se efectúe mientras haya papa, a cualquier hora, y 20 libras por persona”, dijo.
Wilson Perich informó que su empresa tiene vinculados 30 camiones a la campaña de comercialización papera, a los que se une el apoyo del MINCIN y el transporte contratado con el Grupo de Logística del Ministerio de la Agricultura.
El éxito de la comercialización depende de muchos eslabones, entre los que sobresalen la gestión de los compañeros de la Empresa de Mercados Agropecuarios, la presencia en los lugares de venta de inspectores de la Dirección Integral de Supervisión, la mirada atenta de la PNR y el accionar del resto de los involucrados. “Hemos recibido un gran apoyo de todos esos organismos y eso ha coadyuvado a una mejor organización”, subrayó la subdirectora de la Empresa de Mercados Agropecuarios de La Habana.
Las 60 mil toneladas pronosticadas este año en la capital resultan aún insuficientes si las comparamos con etapas anteriores, pero constituyen hoy un respiro de aire fresco.
