
Por: María de las Nieves Galá y Evelio Tellería
La violación de lo acordado en la Resolución 16/2014 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en relación con el pago a trabajadores que laboran en empresas mixtas, en este caso en Varadero, fue el motivo de la enérgica intervención de María de la Caridad Rodríguez, máxima representante del Sindicato de Hotelería y Turismo en el municipio matancero de Cárdenas.
Con argumentos sólidos, la dirigente sindical enumeró las contrariedades que ello ha traído a más de 14 mil trabajadores de esa importante zona turística.
“El sector nuestro debe recibir muchos pagos por idoneidad y categoría del hotel y ese dinero a la gente no se lo están dando; hay cargos específicos que ahora perciben menos salario”, expuso.
Otra incongruencia que mencionó fue el atraso que hubo con el salario de 3 mil 368 trabajadores, pues al desaparecer la agencia Turempleo, la nueva empresa creada no tenía cuenta bancaria y provocó retraso en el pago del personal.
“La ley se aprueba y hay que cumplir lo legislado. Los trabajadores saben calcular lo que van a ingresar a su bolsillo. Cuando no se cumple lo establecido, nos tildan de que no hacemos nada, y el administrativo que se equivoca no da la cara”, refirió.
En relación con ese tema, el secretario general de ese sindicato en el país, Víctor Lemagne, apuntó que fue discutido recientemente con autoridades del MINTUR. “Conocemos que hay una evaluación con el Ministerio de Economía, porque existe una diferencia y no hay explicación”. Lamentablemente, al Pleno no asistió ningún directivo de ese organismo que diera una respuesta a los dirigentes sindicales. El asunto lo merecía.
La enjundiosa intervención de María de la Caridad reveló una preocupación sustancial de sus afiliados y mostró algo esencial: en los tiempos actuales los dirigentes sindicales, si quieren defender los derechos de los trabajadores, deben estar apegados a la ley y dominar las nuevas regulaciones que se implementan en la empresa estatal socialista.
Precisamente, la capacitación fue uno de los aspectos abordados. En ese sentido, Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la CTC, enumeró tres direcciones estratégicas para el movimiento sindical: el funcionamiento en todos los niveles para llegarles a los problemas, la capacitación de los cuadros y la batalla por la economía, en la que hay sectores con una responsabilidad muy alta por su naturaleza.
Por su parte, Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político del Partido, opinó que si el sindicato funciona es mayor el apoyo que se les va a dar a la economía y al proceso de aplicación de los Lineamientos.
El también Vicepresidente del Consejo de Estado recalcó, además, que no obstante los esfuerzos realizados se requiere de más preparación y conocimientos para dar el salto en esa asignatura pendiente que es la economía, como planteara el General de Ejército Raúl Castro Ruz.
Mayor uso de las facultades
Varias de las intervenciones de los asistentes coincidieron en que ha existido una mejor preparación de las asambleas sindicales para la información del plan de la economía. Guilarte De Nacimiento refirió que la desagregación de las cifras se demoró en un grupo de empresas, lo cual motivó que se tuviera que extender la fecha para la celebración de las asambleas.
Al respecto, William Ortega, secretario del Sindicato Provincial de Industrias de Villa Clara, mostró preocupación en torno a las cifras directivas del plan. “Consideramos que todavía existen insuficiencias que no nos permiten que el esfuerzo del trabajador se vea reflejado en un mayor cumplimiento del plan”, añadió.
Acerca de las facultades que dan más autonomía a los directivos resaltó que ese despertar se limita al objeto social, con el interés de hacer producciones secundarias que puedan darle un valor agregado, “pero existen otras facultades que no avanzan de igual modo”, manifestó, y como ejemplo puso a la empresa Inpud, donde están abarrotados los almacenes con productos ociosos. “No vemos ninguna medida que vaya en función de darles salida para que forme el fondo de un posible incremento del salario de los trabajadores”. Aunque algunos cuestionaron la mala aplicación de la Resolución 17, Ricardo Echevarría, del Sindicato Tabacalero, en el municipio pinareño de La Palma, la ponderó, pues en su empresa agropecuaria la administración ha sabido implementarla sin deteriorar ningún indicador económico. Al intervenir, René Hernández, viceministro de Economía y Planificación, dijo que estamos en un escenario diferente, complejo, el cual exige dominio, conocimiento y preparación de todos los que intervienen y conducen el proceso de preparación y de asimilación de las normas y procedimientos.
Entre los argumentos que condicionan el empeño de alcanzar el 4 % del PIB, mencionó algunas medidas adoptadas y entre ellas citó que desde agosto último se autorizó al sistema empresarial cubano a acceder al proceso de contratación, el cual garantizaría los recursos para el 2015.
Recordó que todos los directores de empresas tenían la indicación y la autorización para iniciar desde agosto del 2014 el proceso para asegurar la materia prima, las piezas de repuesto, los principales insumos, los medios de seguridad y protección de algunos procesos, que son extremadamente complejos y requieren sistemáticamente una renovación.
“Si nos encontramos una organización empresarial que el 31 de diciembre todavía no había empleado ni siquiera un centavo de ese dinero y estaba esperando indicaciones, entonces, no podemos avanzar”, afirmó.
El Viceministro apuntó la importancia de contar con una administración que tenga capacidad de gestión e imprescindible preparación para hacer un uso eficiente de estas bondades o posibilidades que nos da la dirección de la planificación en función de esos propósitos.
La mejor de las evaluaciones
Rafael Hernández, de la Universidad de La Habana, valoró que desde el XX Congreso a la fecha han existido avances en la labor sindical, y subrayó que para continuar es preciso una evaluación más constante y objetiva, del modo en que se trabaja. Insistió en la necesidad de dar un mejor seguimiento a los planteamientos de los trabajadores desde la base. “La mayor motivación de un dirigente sindical es caminar por ese colectivo y que sus trabajadores lo evalúen de bien”, en ese sentido llamó a que los miembros del comité intervengan en comisiones, consultas y que aporten sus ideas todo el año, no solo durante los plenos.
Acerca de los proyectos del Estado cubano en función de la informatización de la sociedad habló Iraida Rabelo Isla, secretaria general del buró sindical en la planta telefónica de Centro Habana, quien abogó por establecer un programa de capacitación para los cuadros sindicales del sector y de otras esferas por la importancia que reviste esta tarea que también constituye un espacio de combate contra la subversión enemiga.
La atención y sindicalización de los trabajadores no estatales fue objeto de análisis. En la mayoría de las provincias y sindicatos los cuadros sindicales no han logrado incorporar en su ejecución los conceptos de que se trata de una decisión individual, consciente y voluntaria.
Sobre la política de cuadros, tema abordado en el encuentro, Salvador Valdés Mesa subrayó la importancia que tiene, por su vinculación con el funcionamiento del sindicato e hizo énfasis en otorgarle más prioridad y atención. Estimó que las principales dificultades se localizan desde las estructuras municipales hacia abajo.