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Luis Lecha: meteorólogo de enfermedades

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El Doctor en Ciencias Luis Lecha Estela no es mago ni médico, sí meteorólogo, pero tiene una manera sui géneris de  prevenir, alertar y casi diagnosticar enfermedades teniendo en cuenta el comportamiento del tiempo.

Es un hombre locuaz, también un observador incansable, de los que sabe relacionar los acontecimientos.

Sus estudios biometeorológicos confirman la validez de esta rama. Desde hace cerca de tres décadas se dedica a ellos y se le conoce como iniciador  en  la aplicación de la meteorología a la salud humana y animal en el país en la etapa revolucionaria.

Lecha logra pronosticar a los servicios médicos de  urgencia, hasta con siete días de anticipación, la posible alza de enfermedades como el asma, la hipertensión arterial, la migraña; es decir,  el aumento de crisis de salud asociados a enfermedades cardiovasculares, cerebrovascular, respiratorias y algunas neurológicas. Sus  previsiones  tienen una alta  efectividad que llegan a un 87 % y el asma con mejor resultado es del 94 por ciento.

“Las condiciones del tiempo no producen enfermedades sino que  actúan como un factor que propicia las crisis de estos  padecimientos, lo cual es importante también para tener  los suministros de medicamentos ante eventos puntuales y otras cuestiones, pero lamentablemente aún no se aprovecha como se debe estos pronósticos  en enfermedades que tienen elevada incidencia en Cuba”, precisó.

Cuando explica conceptos relacionados con la adaptación a los cambios meteorológicos, así como el efecto del arribo de los frentes a Cuba y la circulación general de la atmósfera,  lo hace  enamorado de los misterios más sorprendentes del mundo.

Ha sido testigo de acontecimientos trascendentes: grandes precipitaciones,  múltiples ciclones y entre ellos el Lily, durante el cual tuvo la responsabilidad junto a otros meteorólogos del centro del país de reconstruir su trayectoria por las complicaciones que se suscitaron durante el fenómeno, también olas de frío  como la de enero del  2010.

Ostenta  la Orden Carlos Juan Finlay, máxima condecoración  que otorga el Consejo de Estado a los científicos de la isla;  recientemente fue uno de  los 14 reconocidos por la Asamblea Provincial del Poder Popular con la condecoración Personalidad Distinguida  de la Ciencia en Villa Clara.

“Es un honor recibir la distinción porque la Asamblea Provincial del Poder Popular es la representación del pueblo  que es hacia quien he dedicado más de cuatro décadas de meteorología y es muy reconfortante que se reconozca tu aporte”, puntualizó.

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