La V Serie Mundial de Boxeo de la AIBA comenzó este fin de semana con varios desenlaces esperados y otros que para nada sorprendieron a los conocedores de este certamen. Sin embargo, y como nota negativa, inició también con el primer aplazamiento de un match, aspecto que afectó muchísimo en la pasada temporada.
En la llave B, los Huracanes de Puerto Rico debutaron con triunfo de 3-2 peleas sobre los Húsares de Polonia, suerte que no vivieron los Caciques de Venezuela frente a las Promesas de Astana (KAZ), al caer por barrida de 0-5. Los Nocauts de Estados Unidos mayorearon a los Cóndores de Argentina (4-1) y lo mismo hicieron los actuales subcampeones del evento, los Fuegos de Bakú (AZE), en su serie ante Truenos de Italia (4-1).
En el apartado A, los Domadores de Cuba fueron implacables en su duelo contra los Leones de Marruecos (5-0), en tanto los Otamans de Ucrania dieron escasas oportunidades a los Guerreros de México (4-1). Los Corazones de León Británicos protagonizaron el derby más peleado de esta llave, al superar 3-2 a los Dragones de China. Rusia, otra de las franquicias potentes de la competencia, no pudo estrenarse debido a que los Halcones del Desierto argelinos solicitaron aplazar el encuentro, a todas luces por dificultades en materia organizativa. Mal augurio para una justa llamada a crecer, en vez de reproducir viejos problemas.
Sobre la primera presentación cubana deben derrocharse elogios a favor de Robeysis Ramírez (56 kg), Yasniel Toledo (64), Arlen López (75) y Erislandi Savón (91), sobre todo para los dos últimos, cuyas potencias en el golpeo impresionan cada día más. El novato Joahnys Argilagos cumplió su cometido, merece felicitaciones, pero no está listo aún para empeños mayores. Carece de fuerza en el golpeo y reservas físicas. Lució cansado en las postrimerías del pleito, hecho que ante rivales de alcurnia puede costarle caro.
En cuanto a la puesta en escena del espectáculo del pasado viernes en el coliseo de la Ciudad Deportiva, debe agradecerse la propuesta musical que encabezó Pedrito Calvo, pero nada más. El protocolo de presentación del cartel se ejecutó bastante mal y las iniciativas para divertir, animar, movilizar a la afición fueron nulas. Otra vez la instalación resultó demasiado grande para la afición asistente, lo cual era absolutamente predecible tratándose de un oponente como Marruecos. Insisto en la pertinencia de sacar algunos carteles —quizás los menos atractivos— de este recinto emblemático, para aprovechar la pasión que por el pugilismo se respira en Pinar del Río, Camagüey y Santiago de Cuba. Se puede, incluso, colocar en otras locaciones habaneras de menos aforo.
