
La calidad del proceso educativo con los infantes prescolares en los círculos infantiles, así como la formación y completamiento de su personal y la situación constructiva de la infraestructura, fueron aspectos que debatió este miércoles la Comisión de Atención a la Niñez, la Juventud y la Igualdad de Derechos de la Mujer, del Parlamento cubano.
En respuesta a las inquietudes de diputadas y diputados a partir de visitas de fiscalización y control a unos 40 círculos infantiles en siete provincias del país, la viceministra de Educación Irene Rivera informó que existen mil 79 guarderías estatales en funcionamiento, 56 cerradas por problemas constructivos y 36 con cierres parciales de salones, de ellos, 40 y 32 en La Habana respectivamente.
La funcionaria expuso que el 66 % de las educadoras de los círculos son licenciadas en esa especialidad, y entre las auxiliares pedagógicas, la mitad tiene solo noveno grado vencido, lo cual indica la necesidad de insistir en la superación en esa enseñanza.
Hoy se necesitarían 867 educadoras más en el país y mil 570 auxiliares pedagógicas, de este último número la inmensa mayoría en la capital, lo cual incide en capacidades que no se están otorgando a las madres trabajadoras, explicó.
Puso como ejemplo que solo en la capital haría falta preparar unas 3 mil 300 educadoras para esta enseñanza y solo hay una matrícula en formación de 564. Todo eso impacta en unas 7 mil capacidades que están sin utilizar, para niños y niñas, el 59 % de ellas en La Habana.
Como elemento positivo anunció la compra y distribución en breve de 60 módulos de juguetes con fines didácticos para las distintas edades en igual número de instalaciones, en un proceso de inversión en esos medios que comienza luego de cubrir la prioridad de los laboratorios para las enseñanzas secundaria y preuniversitaria.
La viceministra dijo que en el 2014 se repararon 401 círculos infantiles, y que cada año el presupuesto prevé inversiones en unos 200, que incluye la construcción de nuevas instalaciones en cinco municipios del país que no tienen, y otras localidades que consiguen garantías para asumir esas obras.
Explicó, además, que hay una identificación de todas las necesidades de esta educación prescolar, que va mucho más allá de textos, pues incluye desde mobiliarios acordes a estudios de tallas, hasta espejos u otras necesidades.
Como problemas aún sin solución total están los equipos de cocción, de refrigeración y los condimentos para la alimentación, cuyos precios han aumentado hasta superar las posibilidades de los presupuestos para este fin.
Rivera manifestó, a tenor de lo planteado por varios diputados, la disposición de las autoridades de educación a colaborar en la preparación y fiscalización de quienes ejercen la labor de cuidadoras de niños y niñas en casas particulares, sin pretender que esta facilidad surgida con el trabajo por cuenta propia asuma el mismo carácter educativo de los círculos infantiles.
En el informe de fiscalización la Comisión reconoció la labor de educadores y trabajadores del sistema de círculos infantiles, y expresó que estas instituciones siguen siendo la opción reconocida y respetada por la familia y la comunidad para la educación y cuidado de los infantes.

