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Balance

Cuando han terminado de competir 15 disciplinas la pugna por la cima del medallero apenas comienza.
Cuando han terminado de competir 15 disciplinas la pugna por la cima del medallero apenas comienza.

 

I Rudens Tembrás Arcia, enviado especial

Veracruz.— Los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe ya superaron la mitad del calendario. Un total de 15 disciplinas bajaron sus cortinas y otras cuatro lo harán justamente hoy. Entramos en la recta final con una pugna interesantísima en la tabla de medallas.

Nuestra delegación ya devolvió a casa a decenas de campeones y recibió a los responsables de un cierre catalogado a priori como memorable, en busca del triunfo número 12 del país en estas lides. El momento es propicio para hacer balance de lo cosechado hasta ahora, entre metas cumplidas y alguna que otra deuda.

El judo (13-4-1), canotaje (8-4-0), ciclismo de pista (7-3-1), gimnasia artística (4-6-4) y pentatlón (2-2-2) se despidieron con faenas muy destacadas, sin negar que por razones diversas se escaparon coronas que lucían a mano. Las rúbricas de pentatletas y gimnastas han de escribirse con mayúsculas, por los progresos de los primeros y el retorno a planos estelares de los segundos.

Las selecciones de béisbol y balonmano (f) llenaron todas las expectativas, en tanto la de voleibol (f) hizo lo que estaba a su alcance (bronce), si tomamos en cuenta sus muchas limitaciones actuales. La natación capturó cuatro metales (1-0-3) apelando a un Hánser García convaleciente y dos jovenzuelos “recién salidos del cascarón”. La sensación dejada fue de cierto optimismo.

El tenis de mesa (1-1-2) no faltó a la fiesta del oro y ello basta para catalogarlo de cumplidor, rango que además puede otorgarse al sóftbol (m) y el triatlón, llegados al tercer escalón del podio.

Aún sin  terminar su justa, el tiro deportivo (12-7-6) puede ufanarse de gran puntería, pese al golpe bajo recibido por el equipo femenino de fusil, descompletado a solo horas de cargar con un par de premios dorados. Las pesas (4-4-0), sin vivir su mejor época, lleva buen ritmo y podría saldar el compromiso contraído.

El nado sincronizado vino acá con jovencitas inexpertas y faltó en la tabla de preseas, aunque cualitativamente se apreciaron avances. El taekwondo (3-4-2) enfrentó una lid compleja, por la indiscutible calidad de México, y no pudo llegar a los cinco oros que manejaban. La esgrima (2-0-7) quedó lejos de su aspiración y de lo que requería nuestra delegación.

No obstante, el saldo general es positivo y el primer empujón ha sido dado.

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