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Ocho mil 700 trabajadores no estatales están afiliados a organizaciones sindicales en la provincia de Las Tunas, lo que representa el 67,5 por ciento del total de hombres y mujeres que asumen esta modalidad de empleo en el territorio.
Según confirmó Elena Chagues Leyva, secretaria general de la Central de Trabajadores de Cuba en este territorio del oriente cubano, esos guarismos representan un sustancial crecimiento en las filas de la organización obrera comparado con períodos anteriores.
De esta manera, esa fuerza que emerge en Cuba como parte del reordenamiento del modelo económico demuestra su vocación de unidad en torno a la estrategia del Estado que pone en manos de estos trabajadores importantes servicios, con los cuales se abren nuevos horizontes a la participación popular en las principales tareas del desarrollo económico y social.
Aseguró que el movimiento sindical tiene entre sus prioridades la atención a las inquietudes de quienes laboran acogidos a esta práctica y exige a las direcciones administrativas, relacionadas con las actividades específicas de este universo, respuestas ágiles a los reclamos de los afiliados.
Agregó que aunque se notan avances, todavía es preciso continuar perfeccionando los sistemas y métodos de trabajo en algunos organismos que son morosos para atender los problemas que aquejan un mejor desempeño.
Y en ese sentido mencionó la necesidad de combatir con más energía a quienes ejercen oficios al margen de la ley, una figura que se reitera entre los transportistas de pasajeros, arrendadores de habitaciones y vendedores, ambulantes y en puntos fijos, de alimentos y productos agropecuarios.
Confirmó que en coordinación con las autoridades locales procuran seguir creando áreas para concentrar algunas de estas prestaciones en sitios acondicionados, donde los trabajadores no estatales y los clientes tengan mejores condiciones para el ejercicio.
Actualmente aquí están inscriptos en los registros oficiales 12 mil 874 personas, quienes contribuyen con iniciativas creadoras al mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, porque acercan diversas prestaciones a los intereses y necesidades de las comunidades.
Entre las labores con mayor presencia se cuentan el expendio de alimentos y las ventas ambulatorias de productos agropecuarios que disfrutan de gran demanda entre los vecinos porque facilitan la adquisición de mercancías en los barrios y repartos residenciales sin la necesidad de trasladarse a los mercados tradicionales.
