El movimiento sindical capitalino arriba al aniversario 495 de la fundación de la Villa San Cristóbal de La Habana con la movilización de sus trabajadores para el cumplimiento de los objetivos aprobados por el XX Congreso de la CTC.
A tono con los pronunciamientos de la magna cita, las acciones han estado dirigidas a la implementación del Código de Trabajo “para lo cual se realizó una buena preparación, primero con todos los cuadros de la provincia y después incluyó a los dirigentes sindicales de base, la que no podemos dar por concluida”, apuntó en entrevista para Trabajadores, Luis Manuel Castanedo Smith, secretario general de esa organización en el territorio.
Argumentó que “se trata de una tarea de carácter permanente y recaba el esfuerzo de todos, porque en la medida en que tengan mayor preparación, estarán en mejores condiciones para ejercer su papel”.
Posteriormente —dijo— se trabajó en la constitución e inscripción de los órganos de justicia laboral, cuya cifra en La Habana es de alrededor de 2 mil 300, y se encuentra en fase conclusiva. El mes de noviembre está dedicado a la capacitación de sus integrantes, actividad en la que participan las direcciones municipales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y los sindicatos.
“Si existe el órgano y está bien preparado, el trabajador tendrá la garantía de que el sindicato está en el lugar donde se aplica la justicia y se sentirá representado”, destacó.
Castanedo explicó que tras la firma de los lineamientos generales entre los ministerios y los organismos sindicales nacionales comenzó la concertación de los convenios colectivos, que tienen como elemento anexo el reglamento interno.
En el actual semestre hemos centrado la atención en un asunto muy debatido durante la discusión del Documento Base del XX Congreso de la CTC, el referido al salario, que se le ha dado seguimiento a partir de insatisfacciones que hoy tienen los trabajadores, expresó.
Como parte de lo anterior ha estado presente la aplicación de la Resolución 17 del 2014, “la cual no debemos ver de forma aislada, sino integrada a todo lo que se viene realizando en función de lograr la eficiencia en la empresa estatal socialista.
“Otro concepto en el cual también hemos venido trabajando está relacionado con el indicador gasto de salario por peso de valor agregado, que tiene determinada incidencia en los ingresos del trabajador; sin embargo, falta conocimiento y dominio”, puntualizó.
Hay que seguir insistiendo —enfatizó— en que para que funcione la Resolución 17 tienen que producirse las riquezas, que es sinónimo de resultados, de lo contrario no podrá haber una mejoría en los ingresos. Instó a profundizar en el principio socialista que plantea que quien más aporte sea el que más reciba.
El sindicato tiene que defender que donde haya resultados se estimule al trabajador en función de esto, pero “si malo es no dar lo que corresponde, peor resulta dar lo que no toca”, subrayó.
“Este año que concluiremos —afirmó— ha dado la posibilidad de que el movimiento sindical se vinculara precisamente con los asuntos de mayor reclamo por parte de sus afiliados durante el proceso previo al XX Congreso”.
Castanedo señaló que aunque al cierre de septiembre los resultados económicos globales de la provincia fueron favorables, “queda la insatisfacción de cuánto más se pudo hacer en la eficiencia de los servicios y la producción, sobre todo de aquellos renglones asociados a las demandas y necesidades de la población”.
De igual modo se refirió a la batalla contra las ilegalidades, el delito y la corrupción. “El éxito está en lograr un mayor protagonismo de los colectivos laborales en tal sentido.
“Habría que incorporar, asimismo, más participación del sindicato en las tareas vinculadas a la higiene y la lucha antivectorial y, sobre todo, para lograr una capital más limpia que nos asegure bienestar, salud y prosperidad”.
