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No importa si frustrados o consumados, lo cierto es que la realización de actos terroristas contra Cuba constituye una política diseñada y aupada por Washington, y para su ejecución ha empleado a grupos extremistas residentes en el país norteño.
Germina casi desde los albores de la Revolución triunfante y solo en acciones ultimadas supera las 3 mil, con sus fatales consecuencias recogidas en la Demanda del pueblo de Cuba al Gobierno de los Estados Unidos por daños humanos, que computa la muerte de casi 3 mil 480 personas y 2 mil 99 lesionadas.
Sin mediar texto ni siquiera un papel para la entrevista, la prodigiosa memoria de un estudioso del tema por más de tres décadas, el Doctor en Ciencias Jurídicas José Luis Méndez Méndez, nos revela hechos y hace recordar otros, para reafirmar que ningún sector de nuestra sociedad ha quedado eximido de tan macabra urdimbre.
“Resulta extensa la lista de centros laborales que han sufrido sabotajes. Se ensañaron contra el sector azucarero, con la quema de cañaverales sobre todo en las provincias centrales y bombardeos a ingenios. Hubo bandidismo desde 1959 hasta junio de 1965 y ataques en escuelas, industrias, a los periódicos La Calle y Hoy, así como a instalaciones de los servicios, entre estas los cines, peluquerías, y varias tiendas de la cadena Ten Cents en la capital y Santiago de Cuba. El objetivo era sembrar el terror.
“Luego de la invasión a Playa Girón y las operaciones navales desde 1963 al 65, cambiaron de modalidad y comenzaron operaciones contra representaciones cubanas en el extranjero, a fin de aislar a Cuba en los terrenos político y diplomático, y también hacia las naciones que habían restablecido relaciones con nosotros. A la par persistieron acciones vandálicas como el hostigamiento de lanchas pesqueras y de barcos con pabellón soviético, inglés o español que llevaban o traían mercancías.
“Tampoco faltaron planes de atentado a los principales dirigentes de la Revolución. En informe desclasificado del FBI, de enero de 1960, el coronel de la CIA J. C. King plantea que la solución del caso cubano estaba en poder eliminar físicamente y en un solo acto a Fidel, Raúl y el Che, pues de no lograrse, la lucha iba a ser prolongada”.
Justificación para perpetuar el bloqueo
“Este tipo de pensamiento se alimenta porque los grupos terroristas permanecen en EE.UU. y no han perdido la capacidad de recolectar fondos, de incitar el sabotaje, de hacer apología al delito. ¿Qué han hecho?, pues reunirlos donde más seguros pueden estar. Allí permanece Posada Carriles y estuvo Orlando Bosh hasta que falleció impune en Miami, en el 2011.
“En 1981 salió el primer informe anual del Departamento de Estado en relación con supuestos países patrocinadores del terrorismo internacional y ahí se encontraba Cuba. La justificación fue que aquí habíamos recibido gran cantidad de armas de la URSS.
“Los subterfugios han sido muchos para insertarnos en esa lista, como dar abrigo a ciudadanos estadounidenses y a representantes de organizaciones calificadas por ellos como terroristas. Es una infamia, empero todos los 30 de abril hemos aparecido en el citado documento. En el 2010 lo adelantaron para enero, con el manido pretexto de un intento de acto extremista en su territorio”.
¿Seguirá Cuba en esa lista?
“Claro, ha sido un pretexto del Gobierno norteamericano para perpetuar el bloqueo. Según ellos, a los incluidos en esa lista les corresponden variadas sanciones punitivas económicas y si por un lado hablan solo de embargo, por el otro están amparados para adoptar o fortalecer las medidas que pretenden estrangular a la nación caribeña.
“Cuba no representa como ellos dicen una amenaza para la seguridad nacional de los EE.UU. y ha cooperado incluso cuando no se hablaba de colaboración internacional en contra de la piratería y el sabotaje. Además, reconocen que nuestro país nunca ha participado en la organización de un acto de ese tipo.
“Por eso es lógica mi indignación. No es la opinión parcializada de un abogado desde acá, como me tildó en una ocasión el Miami Herald, cuando escribí un artículo por el aniversario 33 del sabotaje al avión de Barbados.
“En el caso de los Cinco Héroes he tenido que explicarlo a abogados estadounidenses. Aquí están los testimonios e incluso documentos de su propio país, ratificando lo denunciado por Cuba, porque si sacas al azar, comprobarás que en todos los meses y años, a partir de 1959 han ocurrido acciones violentas, por eso reafirmo que cada día, durante más de cinco décadas, se ha perpetrado o conjurado un plan terrorista contra esta nación.
“Hay numerosos sucesos, pero los proyectos son cientos incluidos para asesinar a sus principales dirigentes. Contra el Comandante en Jefe se superan los 600, una cacería tremenda”.
Su obra literaria es fiel reflejo de esta triste historia
“De mis investigaciones sobre el tema por más de 30 años ha sido publicada más de una decena de libros. Cielo amenazado se basa en los planes para hacer estallar aviones comerciales en pleno vuelo, porque Barbados constituye el hecho acabado, pero existen muchos, de los cuales he indagado otros 12 intentos anteriores y posteriores.
“En Bajo las alas del Cóndor estudié los vínculos entre los aparatos represivos del cono sur y los contrarrevolucionarios cubanos en Miami, en el marco de la asociación clandestina de las dictaduras latinoamericanas, y expongo que el grupo de Coordinación de Organizaciones Revolucionarias Unidas (Coru) y Orlando Bosch fueron los autores del atentado a la nave de Cubana de Aviación. “
No hubo denuncia, únicamente lo reconocieron cuando desclasificaron el pliego, en el cual se habla de los propósitos para siniestrar otra aeronave en abril de 1977. Eso lo dijeron en una reunión donde había fuentes del FBI, a solo seis meses de un acto que consternó a la opinión pública internacional, y demuestra la actitud cómplice de dichos servicios de inteligencia.
“Una delegación de ellos que visitó Cuba en junio de 1998 recibió información abundante sobre el tema, a partir de videos, testimonios y fotos. No actuaron en consecuencia. Tres meses después detuvieron a nuestros cinco compatriotas, injustamente encarcelados por combatir el terrorismo.
“Los convirtieron en prisioneros políticos. Ellos no cometieron ningún delito. Mira, personas que durante la Guerra Fría trabajaron a favor de otras naciones y causaron grandes daños a la seguridad nacional de los EE.UU., han recibido sanciones ridículas. Tales son los casos de Alfred Ames y Robert Hanssen, agentes de la CIA y del FBI, quienes como mercenarios vendieron información de su país.
“En Miami, si los terroristas van a juicio los asesoran. Se dieron casos de decir sí, nosotros matamos, pusimos bombas, y si lo tenemos que volver a hacer lo hacemos. La fiscal les aconsejó que no hablaran más, so pena de verse obligada a incriminarlos, y les sugirió acogerse a la Quinta Enmienda, la cual permite no declarar si ello puede derivar en condenas.
“La democracia en los Estados Unidos permite que haya apología al delito. Claro, ellos son sus propios terroristas, que han afectado intereses internos, colocando bombas contra agencias de viaje, librerías, embajadas, consulados. Bueno, propiedades y ciudadanos de más de 35 países han sido afectados dentro de ese territorio por una cifra superior a las 360 acciones violentas. Entonces, ¿de qué guerra contra el terrorismo estamos hablando?”
