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Inflamación pélvica: No descuidarse, he ahí la cuestión

Muchas de las mujeres que padecen inflamación pélvica descuidan la atención de esa enfermedad, restándole importancia y buscando paliativos al dolor y a las molestias que causa, con el uso de bolsas de agua tibia, y automedicándose con antinflamatorios orales y óvulos vaginales, sin percatarse del daño que se causan con tal modo de actuación.

De ello bien saben los doctores Otto Andérez Velázquez y Silvia Donatién Beris, con más de tres décadas de práctica ginecobstétrica en el Hospital Materno Sur Mariana Grajales, en la ciudad de Santiago de Cuba; experiencia que, junto a las investigaciones realizadas, los convierten en ideales interlocutores en el diálogo en torno a la enfermedad pélvica inflamatoria, también conocida por sus siglas EPI.

Ambos coinciden en la necesidad de que no se desatiendan o minimicen en su importancia tres manifestaciones constitutivas de alerta en las mujeres:

“Las pérdidas vaginales anormales, el dolor pelviano y los trastornos menstruales tienen que ser atendidos con premura, uno u otro no deben menospreciarse por ninguna mujer, y acudir de inmediato a su médico de familia para que este valore qué conducta seguir”, asegura el doctor Andérez, Máster en Ciencias, especialista de segundo grado en Ginecobstetricia y profesor consultante.

“Si aquellas que presentan estos síntomas tienen como antecedentes el inicio precoz de las relaciones sexuales, una actitud promiscua, o el padecimiento de infecciones de transmisión sexual, es más urgente aún que sean evaluadas por el facultativo”, sentencia.

De la inflamación a la complicación

Muchas de las pacientes tratadas en lo que va de año por la doctora Silvia Donatién Beris, jefa de los servicios de aborto y ginecología del Materno Sur santiaguero, han llegado a sus manos con complicaciones desencadenadas por una EPI desatendida.

“Es muy triste que por falta de autocuidado las mujeres acudan con lesiones crónicas de las trompas (como las salpingitis, que es la inflamación de las trompas, y las patologías tumorales como son los abscesos o los plastrones) que pueden desencadenar en un momento determinado un embarazo ectópico, comprometiendo su salud reproductiva, e incluso llegar a la infertilidad”, explicó la profesora Donatién.

“En este año, de los casos que he tratado hay tres muy lamentables, pacientes de 18, 23 y 28 años a las que hubo que practicarles histerectomías porque llegaron a nuestro centro con complicaciones graves.

“Se repite eso de que a tiempo se gana tiempo, pero no siempre se interioriza, y aunque pudiera parecer reiterativo, hay que alertar a las mujeres para que asistan a consultas cuando, por ejemplo, tengan leucorrea (flujo), aunque no sientan dolor.

“La inflamación pélvica es polimicrobiana por esencia; es una infección en la que se combinan muchas veces gérmenes grave negativos, grave positivos, estreptococos anaerobios, estafilococos piógenos, e incluso gérmenes clostiridium, que luego de la confirmación mediante análisis de laboratorio, conlleva a la combinación de medicamentos para un tratamiento efectivo, que solo el facultativo puede hacer”.

Pero más que hablar de las consecuencias finales de la EPI, los doctores Andérez y Donatién prefieren ahondar en lo preventivo, en aquellas recomendaciones que siempre son útiles:

Evitar las relaciones sexuales precoces, el embarazo en la adolescencia, el cambio constante de pareja, las relaciones sexuales desprotegidas (entiéndase, sin el uso del condón).

No usar óvulos vaginales sin que medie la realización de análisis de laboratorio que confirmen con certeza el tipo de germen o de gérmenes presentes, así como la revisión frecuente de los dispositivos intrauterinos (DIU).

Un aspecto clave siempre que de enfermedad pélvica inflamatoria se trate: no descuidarse. Medidas, conductas, acciones que no requieren grandes empeños y que tributan, en buena parte, a tener o mantener una adecuada calidad de vida.

Factores de riesgo de la EPIEdad: Es más frecuente en la adolescente, pues desde el punto de vista inmunológico la respuesta es deficiente, el moco cervical es más fácilmente penetrable por presentar la ectopia cervical propia de la edad.Antecedentes de enfermedad inflamatoria pélvica y de transmisión sexual, uso de dispositivos intrauterinos (DIU), de infecciones postparto o puerperales. También las operaciones ginecológicas anteriores, infecciones cervicovaginales, malos hábitos higiénicos y tóxicos (fumadoras, alcohólicas) y manipulaciones intrauterinas conizaciones, extracción o inserción de DIU, histerosalpingografía).

 

TratamientoEl tratamiento ideal es el profiláctico.

*Medidas de higiene sexual.

*Evitar las E.T.S.

*Uso del condón.

*Tratamiento precoz de la infección vaginal.

*Completa asepsia en la exploración intrauterina.

*Cumplir los requisitos para colocar un DIU.

El tratamiento quirúrgico solo está indicado en los casos de fracaso del tratamiento médico y ante determinadas complicaciones.

 

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