El mejor remero cubano de todos los tiempos, Ángel Fournier, se probó con los mejores de su especialidad en la segunda Copa Mundial, celebrada este fin de semana en Aiguebelette, Francia; y otra vez llegó al podio, con un metal de bronce que lo mantiene en la elite del single abierto masculino.
El también subcampeón del orbe del 2013 había rendido dos regatas perfectas en eliminatorias y semifinales, tras comandar sus respectivos heats, mientras en la discusión de las preseas arrancó quinto durante los primeros 500 metros, pero ya en la mitad del trayecto se colocó tercero, puesto que conservó hasta la raya de sentencia.
El campeón olímpico de Londres 2012 y titular universal del 2009 y 2011, Mahe Drysdale, de Nueva Zelanda, dominó la final con un remate de leyenda; en tanto otro jerarca, el checo Ondrej Synek, plata olímpica y oro del planeta en el 2013, finalizó en segunda posición después de ir delante en los primeros mil 500 metros.
En declaraciones al sitio web del certamen, Fournier reconoció que detuvo el ritmo demasiado pronto en la línea de meta y no estuvo bien en la primera parte de la final, al tiempo que ratificó que en cada regata sale a remar duro, sin concentrarse en las medallas.
“Estoy muy contento con este bronce, me sentía en plena forma física y ahora voy a seguir entrenando y pensar solo en el mundial de agosto en Holanda (Amsterdam, del 24 al 31), donde quiero igualar o superar mi resultado del pasado año”, concluyó.
La tabla de posiciones dejó a Gran Bretaña en el lugar cimero con seis títulos, seguido por Nueva Zelanda (5) y Francia (3). El bronce del antillano dejó a nuestra representación en el lugar 19, mejor entre todas las naciones latinoamericanas participantes, a pesar de que solo se asistió con una embarcación.
