En los últimos cinco años el reaprovechamiento de desechos sólidos por la industria nacional alcanza las 450 mil toneladas fundamentalmente chatarra de acero, hierro, cobre, aluminio, bronce, plástico y papel.
A la necesidad de potenciar aún más las reservas que permitan elevar a planos superiores tan importante actividad económica y de impacto medioambiental estará dedicado el XIII Congreso Internacional de Reciclaje que tendrá como parte de la Primera Convención y Feria Internacional Cubaindustria 2014, en La Habana, del 23 al 27 del presente mes.
Industrialización y cultura del reciclaje es la temática principal del encuentro que incluye además asuntos como el desarrollo y experiencias de nuevos modelos de gestión cooperativos, desmantelamiento de barcos en Cuba, las cadenas productivas del reciclaje, sus características y ordenamiento.
Otros acápites de la agenda son la aplicación de tecnologías que mejoren la eficiencia de las transportaciones de cargas de los materiales reciclables, el ahorro de portadores energéticos en los procesos de recuperación de materias primas, la reutilización de productos no metálicos y de desechos plásticos, situación actual y perspectivas.
El manejo de residuales peligrosos, reciclaje de baterías y neumáticos fuera de uso y la importancia del desarrollo de proyectos de educación e incremento de la cultura sobre el reciclaje, también serán objeto de debates.
Según especialistas de la Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas, solo el 35 % de los desechos que se generan en el país están siendo reciclados. Entre los niveles que se logran por concepto de exportaciones y de disminución de importaciones, el reciclaje puede proporcionarle al país unos 200 millones de dólares.
Una vía para multiplicar con creces esa actividad es la puesta en marcha de la Política de Reciclaje, aprobada por el Consejo de Ministros el 22 de diciembre del 2011, para la implementación de los Lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, específicamente el número 235, que plantea: “Promover la intensificación del reciclaje y el aumento del valor agregado de los productos recuperados, priorizando actividades de mayor impacto económico con menos recursos y su recapitalización, según las posibilidades de la economía”.
