
En coherencia con prácticas implementadas en la capital del país, la provincia espirituana extiende el novel modelo de gestión económica en unidades de empresas que facilitan servicios de taxis en pesos convertibles.
Unos 76 vehículos, de ellos 30 autos Geely, 11 microbús, 27 jeeps Hyundai y ocho cocotaxis, cuentan con 17 piqueras de uso exclusivo y cuatro abiertas al público; infraestructura habilitada en Trinidad y Sancti Spíritus a partir de la gradual puesta en marcha de la iniciativa comprendida en el Lineamiento 278, aprobado en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba y referido a la búsqueda de otras formas de gestión en el traslado de pasajeros y cargas, incluidos otros servicios de la propia actividad de transportación.
Eliécer Chirino López, especialista comercial de Taxis-Cuba en la provincia, informó a la prensa que los taxistas estatales arriendan los autos y se transforman así en trabajadores por cuenta propia. El funcionario explicó también que cualquier asociado de las distintas agencias de la isla y los porteadores privados, bajo los controles estipulados, pueden hacer uso de las paradas públicas. “La falta de organización de los transportadores privados, tanto legales como ilegales, continúa obstaculizando el quehacer de quienes laboran en Taxis-Cuba en el municipio trinitario”, subrayó.
Oxigenar las maneras de mover a la población no solo significa un cambio en el avejentado parque con que laboran en el sector, sino también ofrecer un servicio con calidad superior, en tanto los conductores deberán conservar los vehículos y reforzar la atención al cliente. Choferes y usuarios podrán negociar los precios, aun cuando las tarifas responden a la oferta y demanda, con importes límites de acuerdo con los indicadores del taxímetro.