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¿Una nueva Constitución?

constitución de la República de Cuba

[quote]En Internet se debate y se reconstruye la realidad nacional desde múltiples e interesantes visiones. Y ante la insuficiente conectividad que tiene el país, Trabajadores propone esta columna Enlaces, para compartir y analizar los temas más polémicos de la web con nuestros lectores.[/quote]

Esta semana, el blog matancero La Joven Cuba, publica Cuba ¿tiempo para una nueva Constitución?, bajo la firma del profesor universitario y bloguero Harold Cárdenas Lema.

A raíz del proceso de institucionalización y los debates legislativos que mueven al país, Harold cree que la carta magna cubana “se ha vuelto cada vez más obsoleta (por lo que) se hace necesario sustituirla por una nueva que sea adecuada no solo en su contenido, sino también en la forma que se elabore”.

Así, alude en pocas palabras a dos temas cruciales que competen a la Constitución: las nuevas circunstancias económicas, políticas y sociales —distintas de las de 1976 y 1992, cuando se aprobó y reformó a fondo, respectivamente, nuestra ley de leyes—; y la necesidad de aumentar la participación popular en Cuba, que tantas veces se ve lastrada por apatías o excesos de centralismo.

Revisando la web, además de las consideraciones del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército, Raúl Castro Ruz, en la clausura de la sesión constitutiva de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en febrero del 2013, donde explicitaba que “será preciso armonizar los postulados de la Constitución de la República con los cambios asociados a la paulatina implementación de los Lineamientos…”, otras opiniones autorizadas avalan el criterio de Harold Cárdenas.

La profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de La Habana, Martha Prieto Valdés, en entrevista publicada por el sitio web SoyCuba, aclara que las constituciones “son resultado de un proceso y estas nuevas generaciones, que no fueron las que discutieron y aprobaron la Constitución nuestra (1976) tienen derecho a verse reflejadas en ella de manera más directa. (…) Debe ser una conjunción de intereses mayoritarios”.

Además del amparo a los cambios, como la necesidad de limitar los principales cargos estatales a un máximo de dos períodos consecutivos de 5 años, u otros temas económicos, la descentralización y autonomía necesarias en varios escenarios de la nación deberán derivar, por ejemplo, en agregar mayor posibilidad de participación ciudadana en la generación legislativa.

Por otro lado, el profesor e investigador Julio César Guanche, comentando el tema de su último libro, en su blog La cosa, considera que “la afirmación de la participación ciudadana es el único expediente eficaz para procesar el conjunto de cambios con consenso social”.

Hoy, el Gobierno analiza los posibles cambios que requerirá la Constitución de la República. Mientras tanto, en la web y otros espacios, conectados y desconectados, los cubanos debaten y coinciden en esta necesidad, a la vez que proponen ideas donde el ciudadano adquiera mayor protagonismo y control efectivo de su realidad.

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