La voluntad colectiva y los buenos resultados propiciaron que la provincia de Pinar del Río obtuviera la sede del acto nacional por el Día Mundial del Medio Ambiente, el próximo 5 de junio.
Lejos de la capital pinareña, en el municipio de Guane y cerca de las orillas del río Cuyaguateje, la fábrica Los Portales S.A. no teme al paso del tiempo. Los años han brindado una maestría reconocida en la producción de aguas y refrescos.
En la actualidad, a los resultados sostenidos en la producción, el centro añade la voluntad manifiesta y demostrada de reducir al mínimo el impacto medioambiental tras la inauguración de una moderna planta de tratamiento de residuales.
Aguas limpias en Guane
La vieja planta databa de los años 80 cuando la tecnología del centro era de origen búlgaro. El objetivo inicial de centrarse en la producción de agua por encima de los refrescos se vio superado por el tiempo y la demanda de los consumidores. Al incrementarse la obtención de refrescos hasta copar el 95 % del volumen productivo, las añejas instalaciones se tornaron incapaces para procesar todos los volúmenes de residuales.
“La planta constituye una inversión de gran impacto para la provincia y el país teniendo en cuenta que la fábrica tributa a una cuenca de interés nacional como la del río Cuyaguateje. La industria ha sufrido cambios tecnológicos que repercutieron negativamente sobre el medio en los últimos años y esta inversión se suma a un plan de acción asumido para disminuir la carga contaminante”, declaró Noel Bruguera, delegado provincial del CITMA en el territorio.
Solo una gran inversión con un costo total de 1 millón 500 mil dólares —700 mil corresponden a la parte tecnológica y el resto a construcción y montaje— hizo posible su puesta en marcha en enero del presente año. La constitución tecnológica permite afirmar, según los especialistas, que Los Portales ostenta una planta única de su tipo en Cuba, equipada para procesar como promedio, unos 260 metros cúbicos de agua diariamente.
“Permite tener un residual lo más limpio posible y compatible con los niveles de los países más desarrollados. Para ello tenemos un laboratorio con las condiciones para hacer todos los análisis y la verificación sobre la calidad con que sale al medioambiente”, declaró Jesús Suárez Hernández, técnico principal de tratamiento de aguas residuales.
Protección y producción van de la mano
Antes de tener la planta, desde el 2009, la fábrica trabajaba con medidas que buscaban resolver otras situaciones contaminantes, presentes fundamentalmente en la cadena productiva. Los esfuerzos se concentraron en disminuir el consumo de agua y su pérdida, además del de energía eléctrica.
“Hay que destacar acciones asumidas al interior del proceso productivo, como sustitución de piezas y el control de otras sustancias como grasas y aceites, que tienen una expresión a favor de mitigar el impacto. La perspectiva de la fábrica es lograr una mayor responsabilidad medioambiental y que los residuales vertidos tengan las normas aceptadas internacionalmente”, añade Bruguera.
La industria incorporó mayor utilización de edulcorantes para nivelar el uso de azúcar orgánica, pues esta última se puede convertir en un residual.
“Nos ocupamos también de disminuir en el proceso productivo los derrames de sirope y refresco y en eso la labor de nuestros innovadores ha sido fundamental, junto con inversiones en la línea de latas, por ejemplo, para evitar derrames y lograr un llenado estable”, afirmó Mario Venero, el director.
Reseñas productivas por un medio limpio
Dos cualidades distinguen a la fábrica: limpieza y calidad con resultados numéricos envidiables. Dos líneas de producción, una de Pet (botellas de plástico) y otra de latas, con dos productos fundamentales —refresco y agua mineral y carbonatada— constituyen su identificación ante el mundo.
Sus servicios toman como referente obligatorio un sistema integrado de gestión de cuatro normas: producir con inocuidad, cuidar el medioambiente, trabajar con seguridad y lograr la calidad máxima.
Durante el 2013, la industria obtuvo más de 1 millón 427 mil hectolitros, una muestra del poder de su capacidad productiva. Estos éxitos se sostienen con otro triunfo, esta vez en la búsqueda de la excelencia en el cuidado del medio ambiente.
