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Apego a la patria chica

 

En La Anacahuita, municipio de Manatí, Irma dijo, visiblemente emocionada, que este era el mejor regalo que podían hacerles a los Cinco. Foto: Jorge Pérez Cruz

Por nosotros mismos es un proyecto de trabajo que activa los poderes de las fuerzas endógenas de las comunidades para ponerlos  en función de acciones transformadoras de su entorno natural y contribuye a la integración de las direcciones administrativas en la materialización de ese empeño.

Con génesis en la provincia de  Las Tunas y sustentado en 36 objetivos de la Primera Conferencia Nacional del Partido, esta estrategia  promueve el cambio desde posiciones que contribuyen a la defensa de la identidad  local exaltando valores como el patriotismo, antimperialismo, internacionalismo, laboriosidad, solidaridad, humanismo y honradez, entre otros.

Y lo hace  rescatando del anonimato a vecinos que cargan en silencio y humildemente su participación en hazañas vinculadas con las gestas libertarias de Cuba y de otros países.

Dondequiera abundan hombres y mujeres que enarbolan el trabajo creador como la única fuente honesta de subsistencia, que devienen herramientas útiles en el rescate de tradiciones y ayudan a elevar el sentido de pertenencia de las personas con su patria chica, pues     salen a la palestra valores intrínsecos que, a veces, las urgencias cotidianas ubican en segundos planos.

También es posible encontrar a personas que sufrieron en carne propia el desalojo, el abandono, la discriminación y la violación   de los más elementales derechos humanos en comarcas dominadas, antes del primero de enero de 1959, por terratenientes, hacendados, burgueses…

Todos son íconos cuando sus voces se levantan como herramientas útiles en la batalla de estos tiempos urgidos de aliñar, con historia propia, el enfrentamiento a tendencias que pretenden globalizar modelos que cosifican el bienestar y obvian la espiritualidad de las personas.

A esos esfuerzos contribuye, también, el hecho de que como parte de este proyecto más del 62 % de las circunscripciones del Poder Popular tengan ya impresas sus síntesis históricas, textos en los que es posible contrastar el pasado de oprobios y la obra de la Revolución.

Aunque, en un año y unos meses de existencia  Por nosotros mismo ha generado ese abarcador movimiento con impactos en el imaginario simbólico de las personas, es una realidad tangible que bajo sus influencias las comunidades cambian materialmente con la participación de su gente y la contribución de los organismos de la administración.

En sus primeros 12 meses de existencia —con esta concepción se aplica desde el 10 de marzo del 2013— llegó a 995 comunidades en su versión provincial,  en las cuales fueron recuperados 180 complejos rústicos deportivos, y han cambiado su imagen cientos de bodegas, escuelas, círculos socioculturales, caminos vecinales…, en demostración palpable de cuánto puede hacerse   por el autodesarrollo.

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