Icono del sitio Trabajadores

Voleibol sostenible desde la pedagogía y la traumatología

El Dr. José Luis Santana Lugones durante su primera presentación de este miércoles. Foto: César A. Rodríguez.
El Dr. José Luis Santana Lugones durante su primera presentación de este miércoles. Foto: César A. Rodríguez.

Santiago de Cuba.- El Dr. José Luis Santana Lugones y el Msc. Lázaro Martín Martínez esbozaron este miércoles una serie de factores que atentan contra la sostenibilidad del deporte a nivel global, y particularizaron en el caso del voleibol.

Ante un nutrido auditorio de profesores y estudiantes que tomaron parte en los cursos pre-congreso de la VII Convención Internacional de Voleibol, con sede en esta ciudad, ambos expertos coincidieron en afirmar que el deporte de alto rendimiento es agresivo al organismo humano, de manera que lograr “medallas” sin menoscabo de los atletas es una tarea compleja y muy necesaria.

Santana Lugones, profesor titular de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo, en Villa Clara, mencionó algunas de las problemáticas que atentan contra la sostenibilidad del voleibol moderno, entre ellas el intenso calendario competitivo que genera lesiones constantemente e impide una preparación más profunda y detenida de los alumnos.

“Antes se entrenaba todo un año para asistir a la competencia fundamental. Ahora la preparación y los certámenes coinciden y demandan metodologías y principios del entrenamiento que garanticen el éxito en un ambiente tan hostil”, expresó.

También se refirió, como otros factores de riesgo, a la excesiva comercialización de eventos y voleibolistas, a la violencia dentro y fuera de las canchas, al dopaje, a la poca atención a las medidas profilácticas de la salud del deportista, a los cambios de reglamentos en función del espectáculo y a la mafia de las apuestas.

Todo ello, explicó, forma parte del ambiente social en que se forma un jugador de talla mundial y representan áreas de gran tensión para su desarrollo deportivo.

Por ello, su propuesta teórica alude a la preparación sostenible del voleibolista, un proyecto pedagógico que busca altos resultados competitivos sin afectación de la calidad de vida, y con garantías para la reinserción social luego de finalizada la carrera deportiva.

En ese sentido expresó la importancia de una formación que no solo aplique métodos adecuados de entrenamiento, sino que ofrezca una plataforma amplia en materia biológica, ideológica y jurídica. “Al niño, al adolescente, no se le pueden enseñar mecánicamente ni siquiera los movimientos más simples del juego, porque acabará lesionado o desconcertado sobre la cancha. Ellos tienen que pensar y entender su proceso de aprendizaje para que sean activos responsables del mismo. Tienen que ser intelectuales de su formación”, indicó.

“A los profesores les toca medir los resultados de la enseñanza no por la calidad o color de las medallas –que son muy importantes-, sino también por el éxito general del proceso, es decir por los resultados en cada objetivo trazado”, enfatizó Suárez Salfrán.

Mirada desde la traumatología

Martín Martínez, especialista de segundo grado en ortopedia y traumatología, asegura que en Cuba no se ha sistematizado lo suficiente la información sobre lesiones en niños y adolescentes atletas. Y que una de las contradicciones a resolver es que los galenos que resuelven esos daños no dan seguimiento continuo a los practicantes, para evitar su ocurrencia.

“La actividad física es salud, pero el deporte es riesgo”, opinó el experto, que para ejemplificar el problema existente dijo que entre Villa Clara y Cienfuegos el 12 por ciento de los niños (hasta 18 años) que acuden al cuerpo de guardia presentan lesiones a causa del deporte.

Recalcó la necesidad de socializar estadísticas sobre las lesiones más recurrentes en esas edades y sobre los protocolos de atención, respecto a lo cual pululan teorías diversas y contradictorias.

Reconoció que las lesiones provienen de la mala planeación del entrenamiento, de la no individualización del mismo, de las dificultades en las instalaciones y hasta de los nuevos cambios del reglamento en un grupo de deportes.

Al particularizar en el voleibol, Martín Martínez aseguró que la mayor cantidad de traumas se dan en codos, hombros, rodillas y tobillos, zonas muy sensibles que pueden dañarse definitivamente y poner fin a un talento en edades tempranas.

Para limitar los traumas, Martín Martínez recomendó a los profesores de voleibol evaluar sistemáticamente la anatomía y fisiología del niño, así como los factores de riesgo y causas fundamentales de las lesiones. Además recalcó la importancia de elevar la profesionalidad en estas áreas del conocimiento, y formar la capacidad de respuesta ante eventualidades de este tipo.

Compartir...
Salir de la versión móvil