
Dos británicos reeditaron la hazaña militar de 1762 al tomar por asalto el Castillo del Morro a la entrada de la Bahía de La Habana, pero esta vez Blake Aldridge y Gary Hunt conquistaron la fortaleza con espectaculares clavados desde 27 metros de altura, en la primera parada Red Bull Cliff Diving World Series 2014.
Aldridge hizo historia este sábado 10 de mayo al conseguir una puntuación de 447,40 y quedarse con la corona en la capital cubana que se estrenó como sede de estas competencias.
El británico se jugó el todo por el todo en su cuarto y último salto, al realizar una compleja salida de manos que le valió para comandar el podio por primera vez en su carrera, apenas tres puntos por delante del extraordinario mexicano Jonathan Paredes (444,75).
Paredes, quien fue el mejor novato de 2013, culminó primero antes de la ronda final, y estuvo a punto de batir a Blake con una ejecución de 4.9 grados de dificultad, pero no consiguió una buena entrada al agua y se le escapó el título.
Según declaró Jonathan, “el riesgo que asumí en el último intento no fue mucho, solo necesitaba hacerlo muy bien, y eso fue justo lo que falló. Igual me siento muy feliz, por mí y por Blake, quien gana por primera vez una competencia. Ahora solo queda seguir trabajando”.
El mexicano explicó que, para la cita de Irlanda, espera añadir un nuevo salto más complejo a su rutina, lo cual favorecerá mucho sus aspiraciones de concluir entre los cinco mejores en la tabla general.
En el tercer puesto del podio ascendió Gary Hunt (427,70), máximo ganador de la Serie Mundial de Cliff Diving (2010, 2011 y 2012). El inglés sumó un total de puntos para acompañar a Aldridge y Paredes en esta primera competencia del año.
Con respecto al evento Hunt aseguró que “fue una gran competencia y muy interesante pues aún no estamos al 100%. La última parada fue el año pasado en Tailandia, pero estoy muy contento por haber quedado en el tercer puesto. La competencia y la ciudad son espectaculares, espero poder tener más tiempo para explorar el sitio, pero todo ha sido maravilloso”.
La gran decepción de la tarde fue el actual campeón del certamen, el ruso Artem Silchenko, quien tras concluir en la cima de la tabla luego del primer día, tuvo que conformarse con el séptimo puesto.
Silchenko fue el segundo en intentar una parada de manos con entrada a ciegas, asegurando una complejidad de 6.2 grados. Ello le hubiese valido una gran cantidad de puntos de haber conseguido una entrada limpia al mar. Sin embargo, el aterrizaje fue malo y la penalización de los jueces no se hizo esperar: apenas 74 puntos por el salto lo sepultaron entre los finalistas.
Por su parte, el legendario Orlando Duque terminó cuarto (423,30), avalado por la excelente ejecución de sus clavados, elemento esencial si tenemos en cuenta que él mismo había anunciado que apostaría por la técnica depurada en lugar de tomar riesgos en esta primera fase de la temporada.
Tras la premiación de los ganadores, un Aldridge extremadamente feliz declaró que “el sentimiento es absolutamente fenomenal. Soy muy afortunado por haber podido saltar con gente maravillosa y en una gran locación como ésta. Es pronto para hablar de toda la competencia, solo quiero seguir mejorando mis saltos para hacerlo lo mejor posible.
Fue una gran sorpresa porque ayer no tuve un día bueno, cometí algunos errores y terminé en el onceno puesto. Así que decidí cambiar mi salto justo antes del final de la competencia, sabía que necesitaba uno de alto grado de complejidad y debía hacerlo excepcionalmente bien”.