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El azúcar que no endulza: problemas de la zafra en Ciego de Ávila

Los almacenes del central Ciro Redondo se abarrotaron este año por la lentitud del embarque de azúcar a granel. (Foto: Nohema Díaz Muñoz)
Los almacenes del central Ciro Redondo se abarrotaron este año por la lentitud del embarque de azúcar a granel. (Foto: Nohema Díaz Muñoz)

Parece sensata la decisión de los azucareros cubanos de no apagar la maquinaria agroindustrial hasta que las lluvias permitan extraerle en mayo la mayor cantidad posible de sacarosa a las cañas en pie aún en las distintas provincias

Tal estrategia, sin perder de vista la eficiencia integral, puede servir también para aprovechar durante un tiempo más el ambiente de la zafra, con vistas a bajar las pilas de azúcar atascadas en los almacenes de los centrales.

Al cierre de abril, estaban congestionados los depósitos de las fábricas en Ciego de Ávila: el ingenio Ecuador (27 mil 739 toneladas de refino); el Ciro Redondo (17 mil 41), el Enrique Varona (14 mil 865) y el Primero de Enero (8 mil 164), estos últimos tres hacinados de crudo.

Ellos sobrecumplieron el plan de ensaque, pero no reciben toda la atención que merecen. (Foto: Alejo)

Turrones en las montañas 

Las montañas de azúcar rozaron el techo y hasta colmaron los pasillos del almacén del central Ciro Redondo, uno de los mayores productores del país que cumplió su plan por quinto año consecutivo.

En contraste, es muy lenta la extracción de este rubro exportable. En enero y febrero, el ritmo diario de llenado fue de 6 tolvas como promedio, y descendió a 3 en marzo y abril, cuando intensificaron las operaciones las cuatro industrias avileñas.

El ingeniero Ciro Alvarado Fragela, especialista de comercialización del ingenio Ciro Redondo, afirma que está previsto tener hasta junio almacenadas cantidades del alimento, a riesgo de perder calidad por el calor y la humedad.

“Varias planchas de zinc tienen huecos, si viene un temporal se mojará el producto, no hay extractores de aire”, comenta Carlos Cordero Suárez, jefe del almacén.

“El embarque de azúcar a granel no tiene la agilidad necesaria”, opina Carlos Durán, del puesto de mando de la unidad avileña encargada de transportar las cargas.

Argumenta que “demora el descargue de nuestros trenes en el puerto de Cienfuegos y es insuficiente la cantidad de equipos de arrastre, la mayoría acumulan muchos años de explotación, escasean las piezas de repuesto, ruedan gracias a los innovadores”.

Aunque la base de la Unión de Camiones (UDECAM), cumple al final de cada mes su compromiso de extracción, tampoco es estable la llegada de rastras al almacén. El 30 de abril habían 87 mil 919 sacos llenos para el consumo nacional y más de 17 mil toneladas a granel, cantidades equivalentes a 27 millones 500 mil pesos “congelados” en los inventarios.

“Las nuevas fajas que nos entregaron no tienen calidad”, declara Leonardo. (Foto: Alejo)

Otros sinsabores

Amargan también el endulzante “las malas condiciones laborales, los conductores de los sacos se rompen y estamos estibando unos 3 mil 500 diariamente, los tenis asignados duran una semana, el agua fría no da para toda la jornada laboral…”, declara Yosvani Rojas Molina, estibador.

“Nos dijeron que la faja es para tres años, la que me dieron en esta zafra se le rompió la correa de ajuste a los dos meses, la cosí y seguí guapeando”, alega Leonardo Betancourt. “Hace dos años no dan tela para confeccionar las capuchas, varios compañeros ya no tienen, otros las gestionaron para protegerse la espalda del roce de los sacos de nailon”, subraya Leiser Aguiar.

Miguel Leonard, José Ramón Reyes y los demás trabajadores del punto de embarque de azúcar del Ciro Redondo, no tuvieron suerte en la zafra. Decidieron acogerse al sistema de pago por el llenado de las tolvas, que debía aportarle más dinero, sin embargo, por la lentitud de esa actividad, se les afectó el salario en moneda nacional y el componente en divisa.

Pronto sonará el pitazo final de la zafra 2013-2014, en la cual Ciego de Ávila fue la primera provincia del país en materializar los planes de crudo y refino. Sus cuatro industrias cumplieron. Pero quedaron por “purgar” elementales atenciones a los trabajadores en cuanto a seguridad y salud en el trabajo, una evidencia de que no siempre endulzan todas las toneladas producidas en las temporadas azucareras.

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