Preguntar en el municipio cienfueguero de Cumanayagua por Adalberto Gerardo Gómez Chacón es como buscar una aguja en un pajar. Resulta difícil que alguien dé alguna razón, pero al indicar que él tiene la condición de mejor profesor de Educación Física del país, con rapidez afirman: “¡Ese es Pipián!”
“Desde chiquito a un primo mío le dio por decir que yo era Pipián, en alusión al extraordinario ciclista que tantas glorias alcanzó en ese deporte. Sin embargo, aunque me gusta mucho montar bicicleta, nunca practiqué ciclismo; me incliné por el fútbol y el baloncesto”, manifestó Adalberto.
¿Cuándo comienzas como profesor?
En 1984, de entrenador de fútbol en la EIDE de Santa Clara. Después estuve en baloncesto hasta 1993 y desde ese año hasta la fecha he sido maestro de Educación Física. Actualmente trabajo en la escuela politécnica Carlos Fonseca Amador.
¿Por qué te seleccionan como el mejor de Cuba?
Por mi labor en el 2013, cuando participé en diferentes eventos y obtuve resultados sobresalientes. Uno de ellos fue el Festival Nacional de Clases para Profesores de Educación Física, efectuado en Villa Clara, en el que logré el primer lugar. Además, el grupo que preparé para la Copa FEEM ganó en gimnasia musical aeróbica.
Y específicamente en la escuela, ¿cómo realizas tu trabajo?
Trato de que mis clases se caractericen por el dinamismo, la creatividad y la motivación. Ante la carencia de medios de enseñanza he creado varios de papel maché. También hice unos balones de precinta para dar las clases. Atiendo seis grupos y soy el profesor principal de la asignatura.
¿Qué importancia le concedes a la Educación Física como parte del proceso de enseñanza y formación de los educandos?
Su objetivo principal es propiciar salud a través de la realización de ejercicios físicos. Además les aporta a los estudiantes conocimientos de los diferentes deportes para que puedan comprenderlos.
¿Cómo debe ser una buena clase?
Ante todo tiene que estar bien preparada, teniendo en cuenta cada uno de los elementos requeridos: la formulación de los objetivos, los medios de enseñanza, la participación activa y creativa de los alumnos… Los estudiantes deben ser siempre los protagonistas.
¿Y qué debe caracterizar al profesor?
Tiene que ser ejemplo ante los alumnos, sus familiares y en la escuela. Debe sentirse cercano a los muchachos y ayudarlos en sus actividades. En mis clases trato de vincular la gimnasia básica con los elementos rectores de la especialidad que cursan. Por ejemplo, si se preparan en albañilería, les indico ejercicios prácticos relacionados con ese oficio para que ganen habilidades.
¿Te sientes estimulado con ese reconocimiento?
Por supuesto, estoy muy orgulloso y a la vez comprometido a ser mejor y a transmitir los conocimientos a los demás profesores y a las nuevas generaciones.
