
Foto: Santiago Calero
Acostumbrados a vivir del mar, los habitantes de La Coloma, pueblo ubicado a unos 20 kilómetros de la ciudad de Pinar del Río, conocen y respetan, como pocos, el arte de la pesca. El asentamiento creció y mejoró con La Revolución, apoyado en la Empresa Pesquera Industrial La Coloma (Epicol), centro de ayuda y sustento del lugar, gracias al vínculo sostenido de sus directivos y trabajadores con las instituciones de la comunidad. El día del trabajador de la pesca siempre se convierte en motivo de festejos para una entidad de gran impacto en el poblado que la circunda.
Las huellas que deja el mar
Más allá del orden puramente económico — es la mayor aportadora de divisas al Ministerio de la Industria Alimentaria— un aspecto relevante es la unión con la comunidad y la conciencia de cuánto la industria puede influir en la calidad de vida de los pobladores.
“El factor fundamental de la Comunidad es el combinado pesquero, pues ayuda en educación, salud pública y a resolver otros problemas de la población”, afirma el dirigente sindical Alberto Gandoy Menéndez, trabajador de Epicol desde 1980.
Desde que se aprobara en los años 90 el pago en divisas a los trabajadores de la pesca, estos han aportado un porcentaje de su sueldo —en la actualidad un 5 % por ciento— para ayudar a la población. Todos los años, dan alrededor de 6 mil dólares para el Programa Materno Infantil y la cifra, desde su implementación, alcanza los 100 mil dólares. Para el 2014, además del compromiso habitual, ya han pensado comprar algunos equipos necesarios en la atención a las personas con discapacidad.
Otros centros beneficiados han sido el policlínico, el círculo Infantil —se le compraron algunos ventiladores— y la escuela Especial Marina Azcuy, que ha recibido ayuda mediante la adquisición de electrodomésticos y jabones, entre otras cosas.
La fortaleza del movimiento sindical es notable. La preocupación de la administración y los dirigentes sindicales por las necesidades de los trabajadores propicia un clima de confianza y seguridad. Hasta altamar, el lugar donde se desempeñan los pescadores, llegan aquellos para asistir a la asamblea de afiliados. Asimismo, un consultorio médico se encarga de la salud a kilómetros de distancia de la costa. Además, un destacado movimiento de innovadores se convierte en un pilar de sustento para la cadena productiva.
Las innovaciones
Epicol es un centro eficiente en la labor de los innovadores. Las características de la industria los obligan a permanecer alertas para afrontar las reparaciones de las flotas de barcos y demás problemas. Tal es el caso del barco Argus III y los trabajos realizados en la planta de hielo, que ahorran miles de pesos.
“El movimiento innovador en Epicol incide en los resultados de la empresa. La Asociación allí es el ejemplo de cómo queremos que sea el funcionamiento en todos lados y también la influencia se extiende a otros centros de la comunidad”, afirma Jesús González Acosta, presidente del buró provincial de la ANIR en Pinar del Río.
La entidad ha transmitido su experiencia a otros centros del poblado; materiales empleados por la industria, como plástico, cartón y papel, sobrantes del proceso industrial, son donados y empleados por otras instituciones para suplir carencias. Juguetes y medios de enseñanza del seminternado José Luis Tasende, el centro mixto Filiberto Acanda, el círculo infantil, el combinado deportivo No 5 y la escuela especial Marina Azcuy, son elaborados con esta materia.
Los pescadores ante el llamado de producir
Como parte de un proceso de diversificación industrial, la empresa ha puesto en funcionamiento una planta que estaba cerrada hace más de 20 años, conocida como La Conservera, debido a la compra de tres máquinas modernas de procesamiento.
“Aún no está como queremos pero ya se produce minuta de pescado, picadillo, hamburguesa, croqueta, para el consumo nacional y esperamos aumentar”, añade Gandoy Menéndez.
Este trabajador ejemplo reafirma, en nombre de sus compañeros, el compromiso principal que cumplen a diario con el pueblo y la estrategia del país: sustituir importaciones y colaborar con la alimentación. En La Coloma sobran los motivos para celebrar.