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Historia de Cuba en palabras de Rolando

Rolando Rodríguez, Premio Nacional de Ciencias Sociales 2007, y de Historia 2008 | foto: Omara García, AIN
Rolando Rodríguez, Premio Nacional de Ciencias Sociales 2007, y de Historia 2008 | foto: Omara García, AIN

| Adriana B. Rosa Peralta, estudiante de Periodismo

“No creo que me haya perdido ningún momento relevante de la historia de la Revolución”, afirmó el escritor e historiador Rolando Rodríguez García, Premio Nacional de Ciencias Sociales 2008, y una de las figuras de las letras cubanas a las que estará dedicada la 23 edición de la Feria Internacional del Libro.

¿Hasta qué punto esa circunstancia lo ha motivado a escribir historia?

En efecto, fui apresado a los 17 años en la lucha contra Batista, estuve en el Escambray, en el 61, voluntario, persiguiendo bandidos. Participé en la defensa perimétrica de la base de cohetes de Guanajay, en 1962, como comisario político de la 1ra. Compañía del bon. 154 (universitario). También en múltiples movilizaciones, como la de Girón. Pero no fueron esos hechos los que me llevaron a escribir ni novela ni ensayos. Lo tenía adentro desde que siendo niño escuché hablar de la lucha contra Machado o de la muerte de Guiteras. Por entonces me apasionaron Martí y los héroes como Maceo o Céspedes. Luego, en la universidad les escuché historias a los protagonistas del 30. Eso llevó a inflamar mi imaginación hasta que me entraron ganas de contar esas historias.

Haber editado Diario del Che en Bolivia debió ser una gran responsabilidad, ¿cómo lo recuerda?, ¿cómo califica esta obra en el proceso editorial cubano?

Es un recuerdo imborrable, pero demasiado complicado para contarlo en esta entrevista. Tanto así, que sobre el tema pude escribir un pequeño libro: Una edición memorable. El Diario del Che en Bolivia.

¿Qué compromisos le crea el hecho de que la 23 Edición de la Feria Internacional del Libro 2014 esté dedicada a usted?

Es la continuación de lo que Raúl Roa comenzara (Feria del Libro) en 1949. A mí me tocó revivirla en 1980. Ahora me hacen el honor de dedicármela. Nunca pensé que me tocaría verme en ese sitial en La Cabaña.

Cuando me dieron la noticia pensé en dos hombres: Fidel Castro, que me encomendó fundar el Instituto del Libro, y Roa que organizó esta fiesta del espíritu que son las ferias. Además, Raúl Roa dejó inconcluso un libro (El fuego de la semilla en el surco) cuyo párrafo final fue crearme el compromiso de escribir la historia del Gobierno de Machado y la del Gobierno de los 127 días.

¿Planes?

 Escribir lo que me queda de la República Angelical, mientras mi cerebro lo permita.

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