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Bar Yesterday: ¿Bitlemanía en Trinidad?

En el bar Yesterday pervive la esencia de la afamada banda inglesa. Foto: Tomada de Escambray
En el bar Yesterday pervive la esencia de la afamada banda inglesa. Foto: Tomada de Escambray

Un ambiente de mixturas envuelve siempre a La Trinidad, como si ningún elemento le fuera ajeno, como si tuviera el don de la adaptabilidad en su esencia. Por eso, las armonías que llegan del recién inaugurado bar Yesterday recorren el entorno y se incorporan para acrecentar el magnetismo que ha ejercido siempre esa urbe en quienes la visitan.

Patrocinado por el Grupo Extrahotelero Palmares, el espacio hace fluir las canciones de uno de los más grandes fenómenos musicales de todos los tiempos: The Beatles.  Allí, estatuas de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr reciben a los adeptos llegados de las más disímiles latitudes.

Let it be, All you need is love, Ask me why y otras melodías que alimentaron la “bitlemanía” en los años ´60 encontraron en la tercera villa un escenario diferente a los acostumbrados: entre arcadas y empedados se subliman las letras veneradas por la crítica y por no pocas generaciones.

La constante muestra de videos, presentaciones únicas y fotografías de la afamada banda de rock británica convida a una estancia inigualable dentro de la geografía trinitaria.

El director de desarrollo del Grupo Extrahotelero Palmares, Raudel García, informó a la prensa: “Un estudio demostró la descomercialización de las ofertas presentes en algunas de las instalaciones, por eso optamos por la reconversión de productos, a partir de una amplitud de concepto y la incorporación de algunas marcas.

“Nuestro Grupo opera alrededor de 10 franquicias en países como Budapest, Argentina, México, Costa Rica y Kiev, lugares donde la idea fluye, se adecua a los distintos contextos y Trinidad no será la excepción”, argumentó.

Con solo un homólogo en toda Cuba, el bar Yesterday vio la luz con el medio milenio de la villa. Desde entonces lo frecuentan sin parar muchos admiradores, atraídos todos por el espíritu de la “bitlemanía” que ahora también habita en el balcón del Caribe.

 

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