En España, la Casa Sefarad organizó el acto de memoria del Holocausto y a un grupo de víctimas del franquismo que asistió al Senado le fue impedido el acceso por llevar pancartas con imágenes de desaparecidos durante la Guerra Civil y la Dictadura. Tres integrantes del grupo afirmaron haber sido invitados a la Cámara por el senador Jesús Iglesias, pero esto no impidió que la policía negara su entrada.
El tío de Julián Rebollo murió en el campo de Mauthausen. ¡Es indignante que no nos dejen pasar!», dijo, mientras que Jordi Gordon, portavoz de la Plataforma por la Comisión de la Verdad, denunciaba que lo ocurrido significaba un acto excluyente y una demostración de que a los ojos de las autoridades del Estado español existen víctimas de primera y de segunda.
“Unas están dentro del Senado, con todos los derechos, y a otras fuera, sin ninguno, sin que nos dejen ni abrir la boca», agregó.
Lo realmente censurable es que se quiera negar la participación de víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura, en un momento en que España debería unirse en un grito común de reclamo.
La Cámara nunca ha condenado al franquismo, según Gordon. La Plataforma por la Comisión de la Verdad explica que no es la primera vez que los amordazan.
«Las 7.000 víctimas republicanas españolas que murieron en los campos de exterminio nazi están al margen de este acto. También todos los republicanos que sufrieron los horrores del nazismo en el exilio», comentó el grupo en un comunicado.
La Plataforma pidió solidaridad a los ciudadanos comprometidos con la democracia y los derechos humanos. Igualmente, exigió a instituciones y fuerzas políticas que aprueben la creación de una comisión de la verdad sobre los crímenes del franquismo para la justicia de sus víctimas.
