Icono del sitio Trabajadores

De gala la dama de barro

Los adoquines forman parte de la historia esencial de Camagüey. Fotos: Orlando Durán Hernández.
Los adoquines forman parte de la historia esencial de Camagüey. Fotos: Orlando Durán Hernández.

Ella brotó de la arcilla, del barro, de los ladrillos. Nació del fervor de algunos hombres que, con sus manos, moldearon a una dama de pelos cobrizos, quien supo embrujar con sus iglesias, sus plazas, sus calles, con sus leyendas de aguas misteriosas que creaban apasionamiento… Ya casi cumple 500 años, pero aún se sabe bella, pues la fortaleza de sus cimientos ha impedido que el tiempo mitigue la magia de esta tierra.

Primero la llamaron Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, pero más tarde se conoció solo por Camagüey. A pesar de que los científicos no se ponen de acuerdo sobre si fue Punta del Guincho,  a un extremo de la bahía de Nuevitas, el primer asentamiento o sobre la fecha de fundación, los citadinos están convencidos de que el 2 de febrero marca el medio milenio de su creación.

Entre mezclas, ladrillos, polvo…  laboran en conjunto, hace un tiempo, los agramontinos: trabajadores o no, estatales o cuentapropistas, jefes o gente de a pie, solo con el deseo de engalanar a la señora, esa cuarta villa fundada por los españoles – sin entrar en discusiones por el orden–. Era cuestión de recibir un aniversario especial sin esas arrugas dejadas por las inclemencias naturales o las indisciplinas humanas.

Retornar al esplendor de tiempos pretéritos fue la razón de crear una estrategia algo alocada titulada Ciudad 500. “Este proyecto es la primera etapa de implementación del plan parcial y de manejo que se lleva a cabo. No nace de la improvisación, es la parte inicial de lo que empezó hace tres años y culmina este, pero con un  alcance hasta el 2030”, argumentó José Rodríguez Barrera, director general de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey (OHCC) quien guió lo planeado en conjunto con otros organismos.

Un resurgir desde lo profundo

Esos valores tan de ella, esa trama sui géneris e irregular, ese color pardo patentizado por sus tinajones, sus construcciones, sus techos, hasta lo elegante de la arquitectura religiosa, una de las mejores conservada del país… incitaron al orgullo camagüeyano a revolucionar, por un tiempo, la tranquilidad cotidiana.

Ya lo dijo Fidel Castro  Ruz en el discurso del 26 de julio de 1977: “Hacer edificios nuevos no significa que vayamos a olvidarnos de los viejos. Sobre todo en Camagüey (…) poseen miles (…) edificaciones que tienen un valor histórico y cultural muy grande. Esas construcciones hay que preservarlas y hay que mantenerlas, para que en el futuro la comunidad y los visitantes de Camagüey puedan apreciar y disfrutar los dos estilos arquitectónicos: el antiguo y el moderno”.

Algunas calles dejaron de ser transitadas para reparar iglesias, parques, plazas como la de Los Trabajadores que retomó su espacio citadino; las fachadas, las virtudes arquitectónicas y las principales arterias comerciales fueron remozadas. Uno a uno de los encantos tradicionales de una ciudad que preserva esencias añejas fue recobrado, porque la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad en una porción de su centro histórico, así lo amerita.

La pasividad de la noche que hace días no sienten los lugareños retornará luego del dos de febrero.

Esperar los festejos con la elegancia que corresponde también respondió, como apuntó Rodríguez Barrera “a una intención de tratar de salvaguardar a la ciudad de sus afectaciones físicas, medioambientales, de la problemática vehicular. Potenciar sus valores más importantes que son la cultura, la historia y a la vez velar por las necesidades de la población en materia de servicios”.

Así los lugareños se han visto beneficiados con mejoras sociales que despertarían cultural, gastronómica, habitacional y urbanísticamente a este Camagüey. De tal modo la Empresa Comercializadora Santa María, en el local que resguardaba a la maqueta, abrirá una casa del chocolate llamada la Ópera con servicios de primerísimos niveles; el paseo temático la calle de los cines  se abarrotará cuando inicien funciones los teatros Casablanca y el Encanto, con ofertas en 3D y los centros recreativos de los alrededores ofrezcan los primeros servicios.

Otro de los espacios que renació y volvió a mostrar sus mejores galas fue el Museo Provincial Ignacio Agramonte, así como la otrora casa de cultura la Popular, la cual cambia su función para convertirse en un modernísimo Centro de Convenciones Santa Cecilia.

Y es que la dama acumula muchos años, por lo que requirió de un tratamiento adecuado y extensivo, sí porque el documento fue flexible y se acercó, constructivamente, a barrios alejados como Planta Mecánica, a diversos hospitales del territorio, erigió nuevos mercados, reparó líneas hidráulicas para responder a esa necesidad de mostrar un 500 por todo Camagüey y no solo en su centro histórico.

Después del ruido

Centros de variados servicios en la calle de los cines fueron remozados y optimizaron calidad .

Ya la fecha toca las puertas y los camagüeyanos orgullosos de su espacio añoran la limpieza de sus calles, el silencio de la noche y el brillo de las luces en los adoquines, pero aún falta porque después del polvo es que llega la fiesta.

Este 2 de febrero Camagüey mostrará un mayor porcentaje de obras con un estado constructivo que fue de malo a regular y celebrará el cumpleaños con aires diferentes. Todo comenzará el primero y se extenderá una semana, y los primeros acordes los dará la Lectura del Bando.

Pero como a las grandes damas se les homenajea como tal, la Plaza de la Revolución acogerá una gala que recogerá culturalmente lo mejor del patio y mostrará al verdadero pueblo de Camagüey junto a su cultura, su música, su rumba, sus actores, sus poetas de la mano de alrededor de 800 artistas dirigidos por Fernando Medrano, director de la Compañía Folclórica Camagua, quien aseguró que será una “fiesta bien a la camagüeyana”.

El departamento de divulgación de Cultura Provincial explicó que por estos días se recordará cómo se hace un tinajón, símbolo de la ciudad, se inaugurarán exposiciones personales de artistas del patio, se cancelará un sello. El público podrá cantar al ritmo de agrupaciones como la de David Blanco o la de Adalberto Álvarez o incluso se discutirá sobre cómo proteger las ciudades patrimoniales en el VIII Simposio Internacional Desafíos en el Manejo y Gestión de Ciudades, uno de los platos fuerte.

De ahí la dama adoptará otra vez su pose de ciudad dormida, pero con una imagen renovadora que perpetuará a miles de nombres hoy desconocidos para muchos, pero que se alegrarán mañana de haber aportado un granito en esa otra ciudad, aún de barro, que comenzará a resurgir luego de este 2 de febrero.

Compartir...
Salir de la versión móvil