Gimnasios biosaludables: ¿Rumbo a cuidados intensivos?

Gimnasios biosaludables: ¿Rumbo a cuidados intensivos?

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Así de bellos llegan a los sitios seleccionados para su instalación. Foto: Yenima Díaz Velázquez
Así de bellos llegan a los sitios seleccionados para su instalación. Foto: Yenima Díaz Velázquez

Hace más de dos años en conversación con la máster en Ciencias de la Educación Ana María Beltrán, metodóloga de actividad física comunitaria en la Dirección Provincial de Deportes en Las Tunas, me  expresaba sus preocupaciones por el deterioro visible en los aparatos de los gimnasios biosaludables dislocados en los ocho municipios de ese territorio.

Entonces enfatizaba, “el clima es muy agresivo, la lluvia y el rocío dañan el metal y los rodamientos. Ojalá fructifiquen los análisis para garantizar un presupuesto para mantenimiento.”

Hasta hoy sus expectativas  están insatisfechas, pues desde el “nivel central” no hay pronunciamientos al respecto y los daños en algunos medios parecen ya irreversibles,  “principalmente en el situado en la calle Luis Manuel Suárez, entre A. Gómez y A. Leyva, en el populoso reparto Buena Vista, en la ciudad capital; y, el de Puerto Padre”, refiere ahora Ana María.

Con la salud dañada

En el susodicho gimnasio me resultó imposible contactar a beneficiados. Las vacaciones planificadas del técnico y cierta pérdida del interés colectivo por la utilización de estos medios conspiraron contra mi intención.

“Aquí trabajábamos de 6:00 a 10:00 de la mañana, pero hicimos ajustes en el horario y ahora concluimos a las 8:00. Por las tardes comenzamos a las 4:00 y terminamos a las 8:00 p.m.”, dice Licet  Pérez Domínguez, subdirectora administrativa del combinado deportivo LPV que atiende la actividad, y explica que las causas del acomodo son el fuerte sol matinal y el mal estado de los aparatos.

“Los recursos humanos están garantizados, confirma, para conducir la realización de los ejercicios, fundamentalmente a personas aquejadas de enfermedades crónicas no trasmisibles, porque el acceso es libre.”

“Actuamos de manera coordinada con Salud. Contamos con 41 profesores de Cultura Física vinculados con los consultorios médicos y un representante en cada grupo básico de trabajo”, sostiene Reisy Borrero Rondón, jefa de cátedra de Deportes.

Arnaldo muestra el irreversible deterioro de este medio. Foto: Jorge Pérez
Arnaldo muestra el irreversible deterioro de este medio. Foto: Jorge Pérez

Mientras, Arnaldo Fernández Pérez, profesor de Deportes, lamenta la depreciación acelerada de los recursos: “De los 12 aparatos instalados, hay cinco   totalmente    rotos: la bicicleta, el poni, el columpio, la cintura y el timón –muchas de esas denominaciones las acuñan los practicantes-, pero todos requieren de mantenimientos y de piezas de repuesto, principalmente de rodamientos”, enfatiza.

Licet y Arnaldo encomian los esfuerzos del colectivo en aras de devolverles la vida útil óptima a los medios, pero les resulta muy difícil materializar el empeño sin el aseguramiento de recursos que están fuera de su alcance. Entonces  abogan por el añorado presupuesto y la inclusión de estas necesidades en los bancos de problemas de la Asociación de Innovadores y Racionalizadores (Anir) y  establecer convenios que integren a las grandes empresas al loable propósito de recuperar estos ingenios tan necesarios en una provincia que acusa el serio problema del envejecimiento poblacional y las secuelas que esta tendencia supone.

La licenciada en Enfermería Raquel Montero, trabajadora del consultorio médico 32-03, aledaño al gimnasio, esboza otras opiniones requeridas de atención: “Considero que es un buen proyecto, pero le ha faltado cuidado, no por quienes lo usan, sino por la propia comunidad, pues hay muchos adolescentes y jóvenes que maltratan los equipos, sin que prevalezcan la llamada de atención, el regaño. Es de uso colectivo y por tanto preservarlo es responsabilidad de todos”, convoca.

Y sin embargo se mueven…

Pese a todos esos contratiempos,  los  gimnasios biosaludables al aire libre continúan en el centro de un ambicioso y plausible programa que abre escenarios a la práctica sistemática de actividades físicas como antídoto a los daños naturales asociados al sedentarismo, la obesidad y al envejecimiento poblacional.

“En las 13 instalaciones disponibles en Las Tunas, explica Ana María, controlamos dos mil 802 practicantes sistemáticos, con diagnósticos médicos realizados, todos bajo la pupila de   licenciados en la materia que los conducen en la realización de los ejercicios.

“Hemos priorizado el redimensionamiento de los horarios, enfatiza, con la intención de abrir estos espacios a la población laboralmente activa, la cual puede acudir antes o después de la jornada de trabajo.”

Después de unos cuatro años de vida en muchos de estos gimnasios es fácil advertir que son más atractivos y más utilizados por niños y jóvenes como escenarios de recreación, pues todavía es insuficiente la promoción de los beneficios que reporta su empleo ordenado y técnicamente asesorado.

Esa realidad la reconoce Ana María: “Es cierto que es necesario una mayor presencia de especialistas, técnicos y directivos –tanto de Salud como de Deportes, acoto- en campañas de divulgación con el apoyo de los medios de difusión como complemento de las actividades de alto impacto que desarrollamos en esas áreas como son los festivales de gimnasia básica y composiciones gimnásticas de diferentes grupos etarios, entre otras acciones encaminadas a motivar el acercamiento a la práctica sistemática de actividades físicas de todas las personas sanas, supuestamente sanas y de aquellas aquejadas de enfermedades crónicas no trasmisible: diabetes, asma, obesidad, hipertensión arterial…”.

Conservar la salud del esfuerzo

Para el actual año en Las Tunas esperan otros cinco gimnasios de este tipo y preservar la salud de ese esfuerzo estatal por sus características –abiertos y al aire libre- trasciende los dominios institucionales, pero solo hasta cierto punto, pues su cuidado y conservación pasa también por decisiones locales que garanticen custodios con responsabilidad exigida y desagregación de partidas presupuestarias propias que vayan paliando el deterioro.

Y en ese empeño cuenta el protagonismo popular con la intervención comunitaria que respalde, vele, exija el uso correcto y disciplinado de esos equipos.

PIES DE FOTOS Y GUÍA

 

1.- Así de bellos llegan a los sitios seleccionados para su instalación. (Guía: Gimnasios1). Foto: Yenima Díaz Velázquez

2.- Arnaldo muestra el irreversible deterioro de este medio. (Guía: Gimnasios2)

3.- Otras partes dañadas inutilizan estos equipos. (Guía: Gimnasios3)

4.- Licet   fustiga el hecho de no hacerles bases de cemento como una de las razones que afectan la durabilidad de los aparatos. (guía: Gimnasios4)

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